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Ya sin competencias por jugar este año, Luis Scola terminó la 2019/20 sin poder disfrutar de competir, su máximo placer, por lo que analizaremos cómo le fue en su retorno al gran circuito europeo tras 12 años ausente por sus pasos por la NBA y China. 

Scola tuvo un primer problema que disimuló por su enorme capacidad y por su estado físico súper cuidado y mantenido a lo largo de toda su carrera, como fue no hacer la pretemporada con el club y sumarse ya con la Lega empezada y con la Euroliga a punto. De hecho, debutó con el Bayern en Alemania antes que en la competencia local italiana. 

Habiendo pegado el Mundial a dos competencias de alto rendimiento, sobre todo la Euroliga, indudablemente el balance de Scola es muy positivo. Con 40 años (el más veterano de la Euroliga con Felipe Reyes), Scola estuvo a la altura con un rol bastante claro, que fue el de dar respuestas ofensivas en el tiempo que estuviera en cancha, normalmente entre 15 y 25 minutos. 

Luis salió casi siempre de titular para tener ese protagonismo, y también para ayudar al buen juego que pretendía Ettore Messina de su equipo, ya que con mucha gente de edad avanzada, iba a correr más sistemas fijos que contraataques y para eso necesitaba jugadores inteligentes que aportaran espacio, buenos picks, visión de juego y pases. Como interior, Scola en eso fue impecable. 

Estadísticamente, sus números fueron más que correctos: 9.2 puntos (50% en dobles, 35% en triples, 65% en libres), 4.4 rebotes y 1.1 asistencias en 19m12s de media por juego, en los 28 partidos del equipo en la Euroliga (no faltó nunca). Empezó jugando más y en los últimos partidos venía entrando menos, pero cerró con un gran juego ante Valencia (11 puntos y 5 rebotes en 18 minutos). 

El equipo, como era de esperar, por lo comentado de la edad, empezó muy arriba, liderando la competencia durante un buen tiempo, hasta la 9º fecha (7-2), y después cayó en un pozo, con varios cambios en la plantilla y un bajón pronunciado, que lo llevó a tener un récord, desde allí, de 5-14. Al momento de la cancelación, marchaba 12º con 12 ganados y 16 perdidos, teniendo todavía chances de meterse en playoffs. 

En la Lega, la participación de Scola fue similar en cuanto a tiempo en cancha (promedió 19 minutos), aunque hubo partidos en los que no participó. Fue más productivo en puntos (11.2) y menos en rebotes (3.2), pero cumplió con lo que se esperaba de él. 

Ahora la pregunta es qué hará Scola para llegar a Tokio 2020 (que serán en el 2021). El Milano está en un proceso de reorganización donde probablemente Luis no tenga lugar. Es lógico. Después de la gran inversión realizada, aspiran a un paso más. ¿Seguirá en un club de Euroliga? ¿Irá a uno que tenga solo competencia local? Obviamente, por un lado, estará el deseo de Scola y por el otro, que tenga ofertas. Y después que le interesen, y todo cuaje. Por ahora, la 2019/20 todavía está tan cerca que para los clubes parece muy lejano pensar en la 2020/21.