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¿Qué es Luis Scola para la selección argentina? Más bien la pregunta sería qué no es Luis Scola para el combinado nacional. Recibir un elogio de uno de los internos más preponderantes de la historia del básquet doméstico debe ser magnífico. Recibir un llamado de atención, al contrario, debe ser una de las cosas más feas y agonizantes por las que alguien podría pasar. Una vez, en medio de la previa del Mundial de Turquía 2010, le tocó a Pato Garino vivir lo segundo. 

La historia la recordó Pato en una entrevista realidad por El Gráfico, en la que señaló que el motivo de la disputa fue una risa inocente de su parte. "Pendejo, tenés que dejar de reírte; esto es serio, tenés que enfocarte", le dijo nada más y nada menos que Luis Scola. 
Resulta que Garino tenía apenas 16 años e integraba el grupo de sparrings que el cuerpo técnico convocó para ayudar al equipo que iba a viajar al Mundial. Todo empezó cuando Sergio Hernández, entrenador del seleccionado, le marcó algunas cuestiones del juego, mientras que Pato sonreía con mucha naturalidad. "Jugaba al básquet y me reía. En mi cabeza estaba serio, por supuesto. Pero, al jugar, sonreía. Sergio me daba indicaciones y, aparentemente, yo sonreía. No me daba cuenta. Cuando se terminó la práctica, Luis me llamó y me retó", contó el de Mar del Plata.

Hoy Pato cumple 27 años y ya es todo un adulto. En el Mundial de China, unos años después de aquel llamado de atención, fue uno de los integrantes que logró la medalla de plata, jugando al lado del capitán Luis Scola. "Desde ahí nunca más lo hice; borré la sonrisa", recordó Garino en aquella entrevista. Un reto que fue crecimiento. Un detalle que lo marcó para siempre. La realidad superó a la ficción, señores y señoras. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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