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Quilmes no tuvo un buen arranque en la Liga Sudamericana y perdió ante Uniceub por 93-76. El elenco marplatense no tuvo fortuna en su estreno internacional, si bien por momentos amenazó con acomodarse estuvo lejos de equiparar la potencia brasileña y aunque sigue contando con chances de meterse en semis quedó algo complicado de cara a futuro.

Walter Baxley fue el goleador del Cervecero con 19 puntos, siendo escoltado por un muy buen aporte de Enzo Ruiz (16) y la siempre rentable presencia de Luis Cequeira (11). En Uniceub brilló Guilherme Giovannoni, con un doble-doble de 19 tantos y 10 rebotes.

En líneas generales Quilmes quedó con varias deudas. Si bien se sabía que llegó a esta Sudamericana con ausencias importantes (Maciel, Vildoza afuera por lesión), el equipo de Leandro Ramella fue superado por Uniceub en casi todos los rubros y le costó mantener una constancia de juego exceptuando algunas ráfagas de equilibrio.

No tuvo tiro perimetral (5/23 con 22% en triples contra los 6/18 y 33% del rival), le faltó fineza desde los libres (19/33 y 58% contra 27/36 y 75%) y además fue ampliamente superado en el juego aéreo (26 a 41 en rebotes), por lo que deberá trabajar en varios aspectos pensando en el juego de mañana contra Atenas de Uruguay.

A pesar de las bajas conocidas y sabiendo que presentaba un plantel algo más recortado que lo normal, Quilmes le dio pelea a Uniceub y comenzó muchísimo más derecho. Durley, que volvió a jugar tras recuperarse de un esguince, arrancó encendido y empujó al cuadro argentino a ponerse 11-5 en los primeros minutos. El otro extranjero del equipo, Baxley, también entregó algo de su habitual cuota de gol.

Sin embargo Uniceub recortó distancias rápidamente, utilizó su rotación y los frutos empezaron a llegar con el paso de los minutos. Los brasileños no tardaron en empatar en 20, continuando con una serie de ofensivas variadas (Jefferson, Deryk Ramos, Lucas Cipolini y Andre Coimbra) para terminar el primer capítulo 29-23 arriba.

A Quilmes no solo le faltó esa tan necesaria rotación sino que también acusó bajones, sobre todo en el sector defensivo donde dejó muchos huecos además de padecer la lucha rebotera. El trámite no cambió en el segundo episodio, ese buen cierre de los brasileños tuvo continuidad y la brecha se estiró.

Es cierto que en primera medida la diferencia se acortó gracias a las llegadas de Calvi y la buena mano de Enzo Ruiz, pero Uniceub contó con un par de tiros perimetrales que volvieron a darle respiro. Cipolini y Fulvio metieron dos bombazos que reacomodaron a los de Brasilia, con Guilherme colaborando en otras buenas acciones para que la brecha se dispare a trece (46-33) a falta de cuatro minutos.

Quilmes consiguió achicar gracias a un pasaje con muy escaso aporte en el rival, contestando con Cequeira y Romero pero sin terminar de encontrarse cómodo en el juego. De todas formas, a pesar del desgaste implicado, la buena noticia para el Cervecero fue haberse puesto a siete (46-39) al entrar al descanso largo.

El reingreso a las acciones encontró a un Quilmes dispuesto a dar vuelta la historia, apoyándose más que nada en una fuerte defensa y en mantener cierto orden ofensivo. No salirse del libreto fue clave para que los de Ramella encajen una buena carrera gracias a los triples de Ruiz. Con piscas de buen momento, el equipo argentino se puso a cinco: 52-47 a falta de seis minutos.

Pero el aproximo no alcanzó, no por grandes cualidades en la vereda rival sino porque Quilmes empezó a apurarse. Poco a poco el orden se perdió y Uniceub lo aprovechó en su máxima expresión, con Guilherme y Fulvio como grandes líderes del momento brasileño pero con una nutrida labor que disparó su diferencia a un clarísimo 69-52.

Ese tercer parcial se cerró 73-57 a favor de Uniceub, y con esa distancia de dieciséis unidades la balanza pareció terminar de inclinarse hacia el bando brasileño.

Quilmes salió al último parcial más fino. No lo hizo tanto en base al ataque nutrido sino que lo consiguió de la mano de Baxley. El escolta, dueño de todas las resoluciones del equipo, fue autor de un 7 a 0 que revitalizó las esperanzas de los marplatenses (73-64).

Pero el problema para el Cervecero siguió haciéndose presente en el sector defensivo, porque a Quilmes le costó mucho frenar cada embestida y porque los grandes de Uniceub se impusieron en la batalla ante los internos argentinos. Aquella ráfaga tan alentadora de Baxley quedó casi en la nada, porque la potencia brasileña dejó a Uniceub arriba por diecisiete (83-66) restando cuatro minutos.

El cierre no varió en absoluto, Quilmes trató de encadenar algunas buenas acciones con los más pibes en cancha (por ejemplo Sansimoni, de interesante tarea) pero ya pensando en el partido de mañana miércoles. Con el resultado final de 93-76, Quilmes no tuvo un estreno positivo en la Sudamericana pero aún así mantiene chances.

Lucas Leiva / [email protected]

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