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Este domingo se están cumpliendo 15 años del debut de Manu Ginóbili en la NBA, durante la victoria de San Antonio ante los Lakers por 89-82, el 29 de octubre del 2002. Aunque son varias las frases de Gregg Popovich sobre el bahiense que han pasado al recuerdo, es curioso como su análisis del primer partido de Manu sería una gran definición para lo que terminó siendo su carrera en la NBA.

Esto decía Pop sobre el argentino, luego del triunfo en Los Angeles: "Manu cumplió con clase y profesionalismo lo que le pedimos en el campo y fue de verdad un auténtico revulsivo para el equipo. Aportó energía con sus acciones y con su actitud". David Robinson, por su parte, fue aún más conciso: "Su velocidad hizo la diferencia".

Es que aquel encuentro llegó cerrado a la segunda mitad (41 iguales al entretiempo) y fue recién con el ingreso de la banca, con Manu a la cabeza, cuando San Antonio logró tomar el control del partido y encaminarse al primer triunfo en lo que fue su camino al anillo.

Como haría en infinidad de ocasiones a partir de entonces, la energía de Ginóbili sirvió para revolucionar la historia y terminar dándole la victoria a los texanos, ante un rival que venía de consagrarse campeón en las pasadas tres campañas. Y a pesar de recién estar conociéndolo, tanto su entrenador como una de las figuras del plantel, ya reconocían la grandeza del aporte del escolta.