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Pablo Prigioni tiene frente a él un nuevo desafío en la NBA, tras su llegada a uno de los favoritos para la 2015/2016, Los Angeles Clippers.

Mientras se prepara para el arranque de la temporada, nos encontramos con el base cordobés para hablar sobre su nuevo destino, pero también todo lo involucrado al actual proceso de la selección y su visión del mismo.

Las expectativas con tu llegada a los Clippers, me imagino son positivas.

Sí quitando el último año en New York, los dos años anteriores también tuvimos buenas expectativas. En mi primer año llegamos a la segunda ronda de playoffs. Y la llegada a Houston también me generó muchísima ilusión. Ahora es la misma que me genera venir a Los Angeles. Es un gran equipo, con un bloque de jugadores que están hace mucho tiempo juntos y que están tratando de conseguir algo grande. El año pasado lo mostraron en los playoffs, aunque tuve la suerte de vencerlos con Houston. Es un equipo con potencial e incluso mejorado para este año. Es un orgullo para mi formar parte de este roster.

Porque además no son sólo Paul y Griffin. Es un equipo formado, con mucho talento y con chances de llegar lejos.

Es la idea. Siempre tratan de mejorar con respecto al año pasado. Lo que pasa es que mirás el oeste y es tremendo. Mirás a San Antonio, a Golden State, Houston. Es tremendo. Es una incógnita a dónde podémos llegar. Potencial tenemos pero no creo que seamos ni superiores ni inferiores a ninguno de ellos. Cuando estás con muchos equipos de tu mismo nivel, hay muchísimas cosas que pueden influir.

Lo táctico va a tener un papel decisivo. Defensivamente parecen tener mucho potencial y algo mostraron al final de la temporada. ¿Va a ser uno de los factores?

Sí, hay muchas cosas. El factor de las lesiones también. En cuanto al juego habrá que ver que tipo de equipo somos. Hay jugadores nuevos y ver como se acoplan. Hay que ver las rotaciones. Está claro que el equipo tiene una línea marcada ya hace un tiempo, pero habrá que ver que opciones nuevas tiene. Hay que esperar.

Tras los problemas que hubo en el pasado, hoy el equipo tiene un importante apoyo de parte del dueño, Steve Ballmer.

Hubo una tormenta con lo que ocurrió y parece que ahora está todo calmo. El nuevo dueño ha traído esa calma y ha apostado por el equipo. Sin dudas que todas esas cosas ayudan.

¿Influyó en llegar a los Clippers, el tener una organización bien armada?

Sí, cuando salió la opción no lo dudé. Pasó a ser prioridad y no miré nada más. Está de asistente Mike Woodson, quien fue entrenador mio en Nuew York y lo conozco mucho. Hay compañeros con los que ya jugué. Es una ciudad como Los Ángeles. La verdad que estaban todos los condimentos como para no dudarlo.

Te paso a la selección. ¿Has visto algo?, ¿cómo ves al equipo?

Hablo con los chicos, con Chapu, con Luis. El equipo está en ese proceso de encontrarse, con muchos jugadores nuevos. Están formando un grupo nuevo. Es un torneo con una dificultad tremenda. Están aprovechando la preparación para llegar bien. Yo no soy de darle tanta importancia a los resultados en la previa, pero sí a las sensaciones. Ir viendo dónde estás mejor, dónde te falta. Eso suma. Ahora viene lo que realmente importa. Yo siempre le tengo fe al equipo, esté quien esté. Soy optimista que se pueden conseguir los objetivos. Estaré como aficionado a la distancia. Tenía intención de ir a los primeros juegos, pero no se si al final podré. Me encantaría estar ahí apoyando a los chicos.

En el Premundial 2013 también estaba complicado y salieron adelante. No es tan imposible.

Hay menos plazas. Quizá hay otra dificultad, con equipos más completos. Pero siempre se puede. Argentina tiene calidad para competir con cualquiera.

A Canadá se lo ve muy fuerte, Puerto Rico siempre está prendido. Lo bueno es que Brasil ya está asegurado.

Sí, tiene su dificultad el torneo pero también te da chances como esa que nombrás. Yo recuerdo en el 2007, que dejaban muchos jugadores la selección y fuimos con un equipo nuevo. Había muy pocas expectativas y conseguimos una clasificación que era de una plaza, porque la otra era seguro para Estados Unidos. Ahora es una situación parecida, si bien esta vez son dos plazas más Brasil. Yo siempre le tengo fe, hay que darle crédito.

Imagino que debe ser clave el tema de haber mantenido un ciclo de entrenadores en la selcción, con filosofías similares.

Obviamente los entrenadores argentinos, si bien con diferencias en su forma de trabajar, tienen muchas cosas en común. Pero lo cierto es que hay un grupo nuevo de jugadores y ellos, más allá de los entrenadores, son los que deben conseguir esa química. Eso se gana en los entrenamientos, en el día a día y no en una sola preparación, sino en muchas. Es un vínculo que se crea con el tiempo. Hay que ser pacientes para que este nuevo grupo haga su propio camino.

Ese vínculo que se crea afuera ¿es hasta más importante que el de adentro de la cancha?

Sí, es muy importante. Este grupo de los últimos 15 años de la selección, ha marcado diferencias por este punto. Por la unión del grupo. Como también lo hace España. No es casualidad el éxito de estas selecciones.

¿Es un plus que sigan estando Chapu y Luis apuntalando a los chicos?

Sin dudas. Están marcando el camino a los más jóvenes, aparte del gran rendimiento que dan en la cancha. Porque aparte de su experiencia, están siendo dos jugadores de máxima importancia en el equipo. Ojalá que se apoyen en ellos, pero a la vez, que los jóvenes den ese paso adelante que se hace falta para competir en este torneo.

¿La selección para tu futuro, lo ves como un capítulo cerrado?

Yo creo que la selección no se trata de que un jugador decida si va a estar o no. Son muchas cosas, no hay que ponerse por delante del equipo. Si llegara a tener una convocatoria, me lo plantearía. No digo que la aceptaría, porque no lo se. Depende de mi condición física, de mi nivel, del entrenador. Eso tiene más importancia que el decir quiere jugar o no. Tengo la sensación de que España pudo haber sido mi último torneo, pero no me animo a decir si me llaman no lo voy a aceptar. Tengo sensaciones cruzadas. Pienso que puede ser que no juegue más, pero no se que pasará de acá a 10 meses. De repente me siento bárbaro o el entrenador me necesita; bueno, se verá. No creo que me corresponda a mi decir si voy a estar en los Juegos Olímpicos o en el repechaje. En una de esas el entrenador no quiere que yo juegue. Ningún jugador es tan importante como para decir, voy a estar en la selección o no. En 10 meses se verá. Falta mucho y yo soy una persona que me pongo objetivos cortitos.

La base, de todas formas, da la sensación de que está bien cubierta con Campazzo y Laprovittola.

Creo que es la posición en la que mejor estamos, en cuanto a nivel de jóvenes. Son jugadores con mucha proyecciónn y rendimiento. En ese sentido estamos bien. En otros puestos estamos más débiles. Pero quizá algunos de esos jóvenes en otras posiciones explotan en el torneo. Hay que mantener esa ilusión de que los jugadores den un paso adelante, de que empiecen a mejorar, que muestren más potencial, más caracter. 

Nos acostumbramos a tener todos los puestos cubiertos...

Totalmente. Pero, ¿por qué no puede pasar ahora? Vamos a ver. Yo siempre tengo fue de que los jugadores argentinos aparecen y muestran caracter. Estaría bueno que nos llevemos una sorpresa. Hay que apoyar a los chicos, darles confianza y que se atrevan.