Basquetplus.com

Con solo 22 años, Anthony Edwards se ha consolidado como una de las grandes promesas de la NBA gracias a su talento descomunal y su actitud de líder en Minnesota Timberwolves. Sin embargo, un dato clave expone su mayor falencia: desde su llegada a la liga, Edwards acumula un preocupante 0-12 en tiros para empatar o ganar un partido en los últimos cinco segundos del cuarto período o tiempo extra. Esta estadística no solo lo coloca en el centro del debate sobre su rendimiento en momentos decisivos, sino que también deja en evidencia un área crítica a mejorar si quiere dar el siguiente paso como superestrella.

Los números son claros: Edwards no está solo en esta lista de jugadores con problemas en situaciones de máxima presión. Según datos de Stathead Basketball, LeBron James tiene un 0-19 desde 2020, mientras que otros nombres destacados como Bradley Beal y Darius Garland registran un 0-10 en estas circunstancias. Incluso estrellas reconocidas como Kevin Durant (1-11) y Nikola Jokic (3-18) evidencian lo difícil que es convertir en estos momentos. Sin embargo, lo que diferencia a Edwards es su juventud y el hecho de que este aspecto se ha convertido en su gran asignatura pendiente, sobre todo en un equipo que busca consolidarse en la Conferencia Oeste.

Más allá de esta falencia puntual, Edwards ha mostrado personalidad y valentía en otras situaciones de presión, con actuaciones memorables en partidos de playoffs y durante la temporada regular. Sin embargo, su efectividad total en estos intentos en la NBA es de apenas 2-19, un dato que genera dudas sobre si podrá ser esa amenaza constante que su equipo necesita en el clutch.

Every Anthony Edwards game-winning/tying shot in his career pic.twitter.com/PLNKYUZnmr

— BricksCenter (@BricksCenter) January 21, 2025

Los Timberwolves no solo buscan un referente ofensivo, sino también a alguien capaz de cerrar partidos, una cualidad que diferencia a las grandes estrellas de los buenos jugadores. El tiempo está a favor de Edwards, quien aún tiene espacio para mejorar en momentos más críticos. Pulir su toma de decisiones y su ejecución en el clutch sin dudas será una variable que definirá el techo competitivo de Minnesota.