Basquetplus.com

Pablo Prigioni no viene teniendo tantos minutos en Houston Rockets pero aún así puede darse el lujo de disfrutar de un equipo protagonista en la NBA. Es cierto que el base necesita más acción, pero la realidad también indica que ha llegado a una franquicia muy fuerte, acomodada desde principios de temporada y que el hecho de entrar en ese círculo no es algo tan sencillo. De todas formas, siempre que ingresó rindió y mucho.

"Estoy en pleno aprendizaje. Vengo a ayudar a mis compañeros y a jugar bien cuando me toca. En nada vienen los playoffs y debo ser útil de cualquier manera, ya sea dentro o fuera de la cancha, en cualquier situación posible", contó Prigioni en declaraciones recogidas por la Agencia EFE.

Puntualmente, los hasta ahora pocos minutos en cancha no llamaron la atención en el cordobés. Prigioni sabe que debe entrar en una química de grupo ya armada, y que su llegada a los Rockets fue mucho más para reforzar el equipo y darle más variantes de juego al entrenador Kevin McHale.

"El equipo ya estaba armado, así que fue un movimiento más para cubrirse por si les pasa algo a los bases. Disponer de minutos en un equipo con opciones es la mejor opción, pero cuando llegas casi a final de temporada hay que encontrar tu lugar, amoldarse y estar listo para cuando equipo lo necesite. Si tuviera que venir en pretemporada, quizá digo que no vengo. Pero es una situación especial por el traspaso en febrero", dijo el base, que no ha jugado en tres de los últimos seis encuentros de Houston.

Está claro que el cambio de aire también significa mucho, sabiendo que Prigioni pasó del equipo con peor marca en la NBA (New York Knicks) a un cuadro candidato, donde James Harden brilla y es candidato al MVP de la temporada. "Es un jugador tremendo, de una calidad increíble. Sin duda, uno de los mejores de la Liga. Es un placer verle jugar y en los entrenamientos. Ojalá le vaya bien a él, a mí y al equipo. No lo conozco tanto como persona. Estoy en ello. Pero me parece muy agradable", dijo Prigioni sobre la figura de los texanos.

Finalmente, el cordobés tuvo tiempo para hablar de su ex equipo, los Knicks, quienes se encuentran haciendo una importante reestructuración dentro de su plantilla. "No soy un jugador de futuro y en Nueva York están armando un equipo para varios años donde miran más la juventud y la proyección. No hay mano de santo. El cambio no se da de un día para el otro. Han dado pasos ya adelante, aunque no se ven en los resultados. Están empezando el cambio, pero los aficionados y la prensa están encima y quieren que se gane pasado mañana. No va a ser así".