Basquetplus.com

James Harden anotó 21 puntos, Corey Brewer 13 de sus 20 puntos en el último cuarto y los Houston Rockets rompieron una racha de seis juegos consecutivos perdiendo ante Los Angeles Clippers, con una victoria por 110-105 en la noche del miércoles. Esta es la primera victoria de Houston sobre Los Ángeles desde el 30 de marzo del 2013 y apenas la segunda victoria en los últimos 13 encuentros con los Clippers.

El partido estuvo palo a palo hasta el último cuarto, donde los Rockets abrieron  con un avance de 15-1 para tomar una ventaja de 99-86. La ventaja fue conseguida con un aporte clave de la segunda unidad, incluyendo un muy buen pasaje de Pablo Prigioni, defendiendo, asistiendo y haciendo jugar al resto de sus compañeros. 

Por su parte, Corey Brewer fue el encargado del goleo (10 puntos en ese tramo) y el equipo dirigido por Kevin McHale pudo romper con una paridad que había dominado el encuentro desde su mismo comienzo.

Houston no aflojó después de eso, aunque un 7-0 de los Clippers los puso a cuatro puntos con 37,8 segundos por jugarse. Igualmente, Houston no falló, los de Rivers no pudieron aprovechar un par de ofensivas y el importante triunfo quedó en manos de los texanos por 110 a 105.

Con este resultado, el nuevo equipo de Pablo Prigioni llegó a un récord de 38-18 que le sirve para mantenerse en el tercer puesto de la dura Conferencia Oeste, apenas por detrás de los Golden State Warriors y los Memphis Grizzlies. Por su parte, los Clippers cayeron a 37-20, marca válida para el sexto lugar de la Conferencia.

Si bien sus números no fueron demasiado grandes, terminando el partido con 3 puntos, 3 asistencias, 2 rebotes, 2 robos y 1-4 de cancha, Pablo Prigioni fue fundemental para la victoria, con su actuación integral del comienzo del último cuarto. Así lo refleja su impacto en el +/- (diferencia mientras estuvo en la cancha), el cual fue el más alto de todo el partido, contando ambos equipos, con un excelente +12.

La producción de Prigioni, así también como la de Brewer desde el banco, fueron más que necesarias para un equipo que no contó con dos titulares como Dwight Howard y Patrick Beverley, afuera por lesión, y que además tuvo a un James Harden impreciso durante toda la noche (4 de 13 de cancha). Que los Rockets sean capaces de ganar partidos contra rivales duros, sin el brillo de sus estrellas, habla muy bien de su presente.