Fue tras un recupero de Josh Smith en plena zona defensiva, los Rockets que iniciaron el contragolpe a toda velocidad tomando mal parados a los jugadores de los Clippers.
Pablo Prigioni tomó contacto con el balón una sola vez, para recibirlo y pasarlo entre las piernas hacia atrás, para la volcada de Corey Brewer que llegaba como trailer.
Al partido le quedaban 9s6 del último cuarto, y con esta espectular jugada Houston le sacó seis de ventaja a Los Angeles.
El público presente deliró con la extraordinaria jugada del argentino, quien demostró que cerca de cumplir los treinta y ocho años de edad, sigue estando a la altura de los grandes bases de la NBA.