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Tras un comienzo de partido muy parejo, Portland comenzó a adueñarse del marcador promediando el primer cuarto, con las bombas de Nicolas Batum y un buen pasaje en el juego interior de Robin López, que dejó la historia 25 a 12 para los locales. Exceptuando a Tim Duncan, los Spurs no encontraban el aro y con otro triple del francés Batum, los Blazers cerraron el primer parcial doblando a su rival, 32 a 16.

Poco cambió en los primeros minutos del segundo cuarto. Portland sumó de afuera con el recientemente llegado Arron Afflalo y Meyers Leonard y Wesley Matthews hicieron lo propio, para mantener a su equipo con una diferencia importante (42 a 26). Sin embargo, allí el juego daría un giro de 180 grados, en favor de los texanos.

Luego de un time-out, los dirigidos por Popovich salieron con otra actitud, sobre todo en el costado defensivo, donde comenzaron a hacer caer a Portland en errores e imprecisiones. En el otro costado, entre Danny Green y Kawhi Leonard se pusieron el equipo al hombro y de repente, al terminar la mitad, la distancia era de apenas un tanto (51-50).

Lamentablemente para los Spurs, su mejoría se vio truncada en los primeros minutos del tercer período, donde con buenos momentos de LaMarcus Aldridge, de irregular actuación y más conversiones perimetrales de Batum, los dirigidos por Terry Stotts devolvieron la distancia nuevamente al doble dígito (64-54).

San Antonio siguió lejos de mostrar su mejor cara en el costado ofensivo y aunque se acercaba con los triples de Danny Green, era superado por una banca de Portland, que con Steve Blake, Afflalo y Chris Kaman como máximos protagonistas, mantenían a raya los intentos de remontada del último campeón. Así, los Trail Blazers cerraron sin problemas y se metieron a los últimos doce minutos adelante por 81 a 71.

La reacción de los de Popovich volvió a surgir en el inicio del último cuarto, poniéndose a apenas cuatro (81-77) con un par de bombas de Green y el recién ingresado Patty Mills. Sin embargo, nuevamente Portland no tardó demasiado en responder y con un encendido Matthews, volvió a sacar ventaja de 12.

El resto del encuentro se mantuvo en esos parámetros. Los Spurs con algunos que otros intentos de acercamiento, pero nunca en base a su habitual juego, el cual hace rato que no aparece. Igual, cada uno de ellos quedó opacado por un tremendo momento de Matthews, autor de 16 puntos en el último cuarto, y clave para el 111 a 95 final.

Matthews fue el máximo anotador del juego, logrando su máxima de la temporada, con 31 unidades, mientras que Lillard lo acompañó con 18 y Batum con 15 para el ganador. Entre los tres anotaron 10 de 19 triples. Por el lado de la visita, el mejor fue Tim Duncan con 20 unidades, seguido por los 17 de Danny Green.

De esta manera, San Antonio suma su cuarta derrota de forma consecutiva y más allá de los resultados, lo que preocupa es su juego y lo caído que se ve al equipo desde lo anímico, casi como falto de motivación. Y en una liga donde las diferencias entre unos y otros son tan pequeñas, este tipo de detalles terminan definiendo la suerte de las franquicias. Afortunadamente, Manu y compañía todavía tienen tiempo para revertir la situación.