Pierotti: “Terminar ganando el título con Baurú fue único y hermoso”
10:57 21/06/2017 | El juvenil argentino salió campeón en la máxima categoría del básquet brasileño y luego de la consagración charló con Básquet Plus.
Stefano Pierotti tiene 19 años y ya se consagró campeón, pero en un sitio particular para su corta edad: la máxima categoría del básquet brasileño. Este juvenil nació en Puerto Rico, ciudad de 18 mil personas ubicada en la provincia de Misiones. Quizás haya sido por esta cercanía con Brasil, que a Stefano no se le hizo difícil el cambio brusco que significa pasar a vivir a un país extranjero en el que se habla en otro idioma y también se juega distinto.
El sábado pasado, Baurú, su equipo, superó 92-73 a Paulistano y cerró 3-2 las Finales de Brasil tras haber iniciado las mismas con una desventaja 0-2. Fue una verdadera hazaña porque el equipo no se había preparado para tal gesta. Pero cuando menos lo esperaba la gente el tan esquivo título llegó, ya que hay que recordar que Baurú había perdido las últimas dos Finales ante Flamengo.
Tras la coronación, Básquet Plus dialogó con Stefano Pierotti, un chico de 19 años pero con una forma de pensar y una experiencia de vida que está por encima del promedio de su edad. Sus sueños, al igual que su determinación, son enormes y él tiene el ideal de llegar a la mejor competencia posible. Por esta razón, la Liga Nacional es un objetivo a largo plazo.
- Felicitaciones por el campeonato, en una final que arrancó 0-2 (al igual que las semifinales) y fue muy complicada. ¿Qué importancia le das al factor mental en el desarrollo de la serie?
- El equipo supo agruparse nuevamente tras la salida de Rafa Hettsheimeir. Todo el mundo pensaba que no íbamos a llegar ni siquiera a las semifinales, pero supimos salir adelante, nos cerramos como grupo y demostramos que podíamos. Después se dieron un par de resultados impensados y supimos sobreponernos para ganar este título tan importante para Baurú y la ciudad.
- En lo basquetbolístico y a lo largo de toda la serie, ¿cuáles fueron las virtudes de Baurú para consagrarse campeón?
- Lo primero fue que nos cerramos como grupo, nos unimos y cada uno estaba consciente de sus funciones. Sea en los entrenamientos o en los partidos, cada uno de nosotros sabía las funciones que tenía. Pero creo que el factor principal que nos permitió salir campeones fue la gran defensa que desarrollamos. Fuimos el equipo con menos puntos en contra a lo largo de todo el campeonato y eso dio sus frutos. Teníamos claro que si no defendíamos no íbamos a lograr nada, entonces nos pusimos eso en mente y supimos salir adelante tras el 0-2 inicial.
- En lo personal, ¿cómo analizás tu temporada?
- Siempre intento sacar lo positivo de cada temporada. Por ahí no tuve tantos minutos como quería, pero estar formando parte de plantel que tiene referentes como Alex García y Jefferson (ambos están concurriendo al premio MVP de la Liga) te permite aprender mucho. Jugar con Valtinho, que se desempeña en la misma posición mía, y verlo entrenar y matarse en todos los entrenamientos como si tuviera 19 años me permite aprender muchas cosas. Después de que terminó el campeonato le agradecí por todo lo que me había enseñado esta temporada, por todo lo que demostró, por ver de otra manera el básquet, por cómo me contaba sus historias de cuando él era más chico. Me decía que la selección argentina no les ganaba en la época de juveniles, pero después que se fueron todos a Europa ellos ya no podían ganar. Me contaba ese tipo de historias que te ponen la piel de gallina y uno saca muchas cosas de eso. No solo en lo deportivo, sino en lo personal también. Así que fue muy positiva la temporada.
- ¿Hubo mucha repercusión en Baurú y en tu ciudad?
- En Baurú fue una locura cómo se vivió el título, algo que nadie esperaba en esta temporada. Se hizo un equipo para terminar lo más arriba posible, por lo que terminar ganando el título fue único y hermoso. Me quedo sin palabras porque nadie pensaba que el título se iba a venir este año, el equipo no se había armado para eso. Baurú venía de perder dos finales seguidas de la Liga contra Flamengo y esos dos años tuvo un mejor equipo. Ganar este año fue una locura; cómo se vivió en la calle y cómo nos felicitaba la gente fue algo muy hermoso. Siempre estuvieron con nosotros, hay que agradecer eso también. En mi ciudad también se vivió así por mi viejo, que ponía muchas cosas en Facebook y se hablaba mucho. Como felicitaba la gente me hace poner la piel de gallina y me deja con más ganas de seguir trabajando, yendo para adelante en este deporte tan lindo como es el básquet.
- ¿Cómo es tu día a día en Brasil? ¿Tu familia está con vos allá?
- En el día a día el básquet de acá se asemeja mucho al de allá, porque se hace un entrenamiento a la mañana, luego se almuerza y después hay un entrenamiento por la tarde con los juveniles y los jugadores de Liga. Se hace gimnasio también por la mañana. Mi realidad es así, casa-básquet, básquet-casa y dormir nomás.
Mi familia no está acá, pero creo que es mejor desde el punto de vista de que aprendés a vivir solo. Dependés de vos, no tenés a tus papás para que te cuiden cuando te sentís mal o no podés hacer algo. O cuando te mandás una cagada, no están ellos y tenés que saber cómo salir adelante. Eso es muy importante para la vida también. Igualmente ellos siempre están pendientes de mí, me escriben y cuando pueden vienen, así que tampoco estamos tan separados.
- Ya van un par de temporadas allá, ¿cómo fue ese proceso de adaptación a un nuevo estilo de vida y de básquet?
- El proceso de adaptación no fue muy difícil porque jugamos bastante en Brasil cuando yo estaba jugando para el equipo de mi ciudad, Siglo XXI. Ya estaba acostumbrado al idioma, a los chicos, a cómo era el país y el estilo de juego. Me gusta este estilo de juego, creo que es por eso que elegí Brasil para jugar. No fue tan complicado, creo que lo más difícil fue el idioma. También lo conocía bastante, pero cuando llegué acá hablaban demasiado rápido entonces les pedía que hablaran más despacio e igualmente no entendía nada. Pero el resto fue muy tranquilo, Baurú siempre me trató muy bien, estoy muy agradecido con ellos en ese sentido. Siempre me ayudaron en lo que necesitaba.
- ¿Cómo es tu situación contractual con Baurú?
- Ahora que terminó la Liga, tengo un contrato hasta fin de año. Ya no voy a poder ser fichado como U19, termino mi etapa de juvenil y ahí veremos qué pasa. Depende de muchas cosas, pero siempre pienso en intentar quedarme acá y sumar la mayor cantidad de minutos posibles en la Liga brasileña. Después si no se puede será otra cosa, pero siempre voy a estar agradecido con Baurú. Creo que por eso también quiero quedarme acá, me gustó la ciudad y todo el entorno.
- ¿Jugar en Liga Nacional es un objetivo a corto, mediano o largo plazo?
- Jugar la Liga es un objetivo a largo plazo. El sueño de todo pibe es jugar en la NBA, creo que ese es el sueño del que tiene pensado seguir la carrera. Yo siempre digo que quiero dar lo mejor de mí y ver hasta dónde puedo llegar. Claro que quiero jugar la Liga Nacional y quiero que sea por un buen tiempo, pero si se puede salir para una mejor Liga lo haría. Si se da y se puede, entonces creo que una mejor competencia también sería buena.
Juan Martín Orellano / [email protected]
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