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Chris Paul fue el primer sorprendido (más que eso) cuando se produjo su traspaso a Oklahoma City Thunder. Precisamente ese episodio fue comprobado y verificado por el mismo base en una entrevista que otorgó al medio norteamericano The Undefeated. “¿Mi reacción inicial?”, le dijo a Marc Spears con una sonrisa irónica. “Me quedé en shock. La verdad sea dicha, había hablado con Daryl (Morey) un par de días antes del traspaso y él me había dicho que no me iba a traspasar”, siguió. 

No solo Morey ya sabía que quería dar salida a su antiguo base, con el que tan cerca estuvieron del título en 2018, sino que ya estaría con bastante trabajo adelantado, esperando meter la estocada final para poder conseguir a Russell Westbrook. 

Dicho sea de paso, la urgencia por traspasar a Paul tres años antes de que expirase su contrato también pudo haber estado relacionada con su relación con James Harden dentro del círculo del equipo texano.

Sin llegar a desarrollar ningún tipo de enemistad mortal, sí que el trato entre ambas estrellas sufrió algún que otro pliegue, erosiones, durante el pasado curso. Otra prueba que refuta esta teoría es que Paul y Harden apenas han vuelto a hablar desde que se sus caminos fueron por rutas separadas, como pudo admitir el base. 

“Es la vida. Esas cosas pasan. Es lo que es. Pero yo le deseo todo lo mejor”, reflexionó Paul. Su exilio en Oklahoma no está marchando tan mal como él esperaba cuando tras el aviso de desalojo que le envió Houston. “Estoy agradecido de poder seguir jugando. Podría ser bastante peor”, pudo reseñar. Sin embargo, el gran anhelo de Paul (conseguir un anillo) difícilmente podrá ser logrado en Oklahoma.

Algunos equipos como Bucks y Timberwolves ya lo están olfateando y comienzan a haber rumores de traspaso. ¿Se quedará a pelearla en Thunder o llevará sus servicios a un contendiente al anillo? Lo sabrán en las próximas semanas.