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En Venezuela aspiran a arrancar en setiembre la nueva Superliga de Baloncesto, aunque obviamente todo dependerá de cómo evolucione la pandemia en estos meses. El país, según la información oficial, últimamente muy poco confiable, habla de muy pocos casos y fallecidos en el país (2814 y 23, respectivamente), por lo que la idea, según ellos, es viable. 

Ya se presentaron los protocolos para el retorno de la actividad, pero de todos modos habrá que ver no solo lo de la pandemia, sino también la parte económica de los clubes, que ya venían muy golpeados de antes por la profunda crisis que vive el país hace años. 

La novedad es que la nueva Superliga, que duraría unos 3 meses y tendrá 18 equipos, ya tiene confirmado a un entrenador argentino: Pablo Favarel. El asistente de Fernando Duró en la selección venezolana, se hará cargo de Espartanos, un club que tendría un acuerdo con la Federación para usar allí los jóvenes prospectos que no tengan club y que tengan proyección, algo similar a lo que ha hecho la NBA en la G-League, con un equipo integrado por jóvenes universitarios. 

Duró no estará al frente porque tiene firmados 4 años con la Federación, y además es el director del Plan Nacional de Desarrollo y está a cargo de la Escuela Nacional de Entrenadores. Otro que colaborará con Favarel y es también asistente de Duró es Bernardo Murphy. 

Aunque no hay nada oficial, la Superliga sería de 3 meses (en 2 o 3 sedes -Barquisimeto y Caracas seguro-), luego vendría una Liga Especial de Desarrollo (hasta 23 años) de otros 3 meses, y más tarde una nueva Superliga. Pero para confirmar esto falta. La Superliga reemplazaría a la Liga Profesional de Baloncesto (LPB), aunque algunos dueños de clubes no están muy de acuerdo.