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La temporada regular de la NBA llegó a su fin, y hubo tres equipos que no ingresaron en la postemporada que decepcionaron por la calidad de sus nombres. En este sentido, Phoenix, New Orleans y Philadelphia quedaron muy lejos de lo que prometían según la calidad de sus nombres.

Los que más decepcionaron en el Este sin dudas fueron los Sixers. Con Joel Embiid afianzado y con el oro olímpico, sumado a un Tyrese Maxey que estaba dando un paso al frente, la llegada de Paul George aspiraba a darle el paso siguiente a la franquicia.

Sin embargo, George jugó 41 partidos solamente y estuvo muy lejos de su mejor nivel. A su vez, Embiid sufrió una vez más con su rodilla y solo disputó 19 encuentros, mientras que Maxey no pudo tirar solo del carro y además jugó 52 duelos. Además, parecían haber conseguido un robo en el draft con un muy interesante Jared McCain, que promediando 15.3 puntos se lesionó a los 23 partidos y dijo adios en diciembre a la temporada completa.

Un contexto muy complejo para encontrar roles y una química de equipo. Este contexto los llevó a tirar rápido de la temporada en una Conferencia del Este con mucha irregularidad. Así, terminaron en la posición 13, afuera de la postemporada muy temprano y con contratos altos en Embiid y George que complican los planes a futuro. Será barajar y dar de nuevo para Darryl Morey en busca de un golpe de timón.

Phoenix es el más decepcionante del Oeste. Un equipo con Devin Booker y Kevin Durant en los papeles sería difícil que quede afuera del play-in siquiera, pero sucedió. Una dupla que, junto a Bradley Beal, no logró rendir y donde las lesiones de KD dejaron a la vista la dependencia del equipo sobre él. A partir de allí, los problemas recurrentes en la defensa complicaron a los Suns, que tampoco encontraron variantes de nivel en la segunda unidad.

Todo esto terminó con una posición 11 en el Oeste y afuera de la postemporada por primera vez desde la 19/20. Este contexto hizo que Budenholzer quede afuera apenas culminada la campaña y ahora KD está en el mercado, con un Booker que tampoco aseguró su presencia a futuro en una franquicia que no tiene un rumbo fijo.

Al contrario de los Suns y los Sixers, los Pelicans apuntaban a tener una temporada de desarrollo que los llevara a pelear en el mediano plazo. Sin embargo, muy lejos estuvo eso de suceder una vez más.

Y la principal razón fue una vez más el tema lesiones. Zion Williamson jugó solo 30 partidos, Brandon Ingram hasta su traspaso disputó 18, CJ McCollum 56, lo mismo que José Alvarado. Todo esto hizo muy cuesta arriba la 24/25, con solo 21 triunfos y el GM David Griffin despedido. Una franquicia que necesita un rumbo distinto, que lo comenzó con la salida de Ingram y donde tendrá que tomar decisiones importantes de cara al futuro.