NBA

Michael Jordan y ocho ejemplos de su enfermiza competitividad

16:37 15/02/2020 | El número 23 de Chicago Bulls odiaba perder. Tenía y tiene una adicción a la competencia. Esto le permitió ser el mejor de la historia.

Jordan ganó seis campeonatos (Foto: NBA)

La primera víctima de la historia es Steve Smith Cuando el de Hawks estaba en su segunda temporada, un periodista le dijo en el aire que era el mejor de la liga frenando a Jordan. Cuando empezó el partido, Michael anotó la primera canasta, se dio vuelta y le dijo a Steve: "48". Luego, el 23 volvió a convertir y otra vez se dio vuelta, lo miró y simplemente comentó: "46". Sí, Jordan había puesto a Smith y a Hawks un obituario. Esa noche iba a meter 48 y nadie lo iba a frenar. ¿Lo cumplió? Por supuesto que sí.

La segunda historia habla de cómo Jordan le arruinó la carrera a Muggsy Bogues. Según contó un asistente de Bulls, en los playoffs de 1995 vio a Michael realizar una cosa muy cruel y única Era la posesión más importante del partido, Hornets perdía por un punto y la tenía MuggsyJordan estaba al acecho y en ese momento le gritó: "Tirá, enano de mierda". Por supuesto, Muggsy titubeó y lanzó, pero falló malamente Un año después, Bogues le confesó a ese mismo asistente que esa jugada y esa frase arruinaron su carrera NBA. 

La tercera historia es el partido de golf que perdió con Chuck Daly Durante la concentración del Dream Team en Mónaco, previo a Barcelona 1992, el equipo y su cuerpo técnico se la pasaron jugando al golf y al ping pong Uno de esos días el mítico entrenador se enfrentó a MJ.  

Daly, experto en el deporte, le propinó una paliza y Michael estaba enloquecido. Nunca nadie supo si esa noche llegó a dormir La cosa es que la mañana siguiente MJ estaba golpeando la puerta de la habitación de Chuck para pedirle una revancha. Michael no se fue de la pieza hasta que el coach aceptó jugar una nueva partida. Obviamente, en la revancha fue Jordan quien aplastó a su propio entrenador y por fin pudo tener algo de paz. Había conseguido lo que quería, al menos por ese efímero momento. 

Esta no es una historia sobre competitividad, pero si sobre el avasallamiento, la presión y la intimidación que provocaba Jordan a sus rivales. El año era 1997 y Bullets enfrentaba a Bulls en la primera ronda de playoffs de la Conferencia Este. La previa al partido se vivió con nervios para los de Washington, pero los de Bulls estaban tranquilos Tan pasivos que, según Chris Webber, Jordan pasó por el vestuario de los de la Capital caminando y fumando un habano Al mirarlos les dijo: "¿Quién me va a marcar esta noche?” 

Ese partido Michael Jordan anotó 29 puntos y Chicago le ganó el primer punto de la serie a Washington. Luego en el segundo enfrentamiento marcó 55 y en el tercero 28. Los Bulls liquidaron la serie y Webber nunca olvidó esa anécdota. Diversión e intimidación. Simplemente MJ. 

Esta historia es bien conocida y se llama "Shrug Game". Resulta que durante la temporada 1991/92 la prensa se cansó de comparar a Jordan y a Drexler. Todos se debatían quién de los dos era mejor. Pero Michael sabía lo que pasaría y su momento llegaría en las finales de 1992. En el primer partido de la serie Michael derrumbó todo argumento y marcó un récord de finales al anotar 35 de sus 39 puntos en el primer tiempo. Además, igualó el récord de más triples en los dos primeros cuartos (seis). Al convertir el último de ellos dejó el inolvidable gesto con los hombros encogidos.  

En noviembre de 1995 sucedió algo ilógico. Una de las nuevas franquicias de expansión, Vancouver Grizzlies, estaba imponiéndose a los poderosos Bulls durante el último cuarto de lo que parecía un partido de rutina Todo cambió cuando Darrick Martin empezó a mofarse de Jordan. El de Grizzlies cometió el peor error que podías tener contra Jordan y mirando al banco donde estaba sentado el 23 le dijo: "Te dije que les íbamos a ganar" En ese momento los ojos de Michael se abrieron como nunca El 23 se paró y sin esperar la orden de Jackson pidió el cambio. 

¿El resultado? Jordan se puso el equipo al hombro y finalmente marcó 19 puntos en los seis minutos restantes del partido para que los Bulls terminen llevándose el triunfo. "Te dije que nunca me hagas trash talk", le comentó MJ a Martin al término del enfrentamiento. 

No sólo en el golf perdió una vez, sino también en el ping pong, pero en esta ocasión fue con un compañero de Chicago Bulls. Tras el partido, Jordan estaba enloquecido y no concebía haber sido derrotado. A los pocos días, Michael se compró una tabla de ping pong y pasó los siguientes seis meses entrenando diariamente en su casa y en las instalaciones de los Bulls. Cuando se sintió listo le pidió la revancha a su compañero y, por supuesto, terminó llevándose una victoria. 

El plato fuerte es al final y el nombre de esta historia es "The Shot". Un año antes de sus 69 puntos ante Cleveland, Chicago se enfrentaba al mismo equipo por el quinto partido de los playoffs. Los Bulls perdían por uno y el entrenador de ese entonces, Collins, pidió minuto. A pesar de que la pelota tenía que ir para MJ, Collins dibuja en la pizarra una jugada para la caída de Corzine. Enojado, Michael golpea la tabla y les dice a todos "denme el maldito balón" En la reanudación, Jordan lanzó y convirtió para que Chicago gane el partido. ¡Y la serie! 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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