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Javier Martínez es sinónimo de Regatas y en ese sentido es justo que sus últimos partidos como profesional los esté disputando en el club correntino. El base ya tiene decidido el retiro tras esta temporada, pero la misma está trayendo un premio inesperado hasta hace unos días atrás: barrieron al campeón Quimsa y están en semifinales del Norte, donde chocarán con La Unión.

A continuación, compartimos nuestra charla con Martínez, analizando lo que dejó el cruce contra los santiagueños, su relación con la gente y lo que se viene en la postemporada.

- ¿Es verdad que todavía pensás en retirarte, después de la tremenda serie que hiciste?

. Nada va a cambiar. Si terminaba esto en la serie regular, ni ahora en este momento. Estoy disfrutando más que nunca, pero es algo que ya tengo decidido desde el comienzo de la temporada. Estoy tratando de disfrutar todo, incluso los malos momentos. Estoy tratando de sacar lo mejor de cada situación, de cada viaje, de cada video, de cada scouting. Uno nunca deja aprender día a día y de los golpes mucho más. En este momento nos llevamos un premio a la perseverancia. Ahora tenemos una serie que hasta hace unas semanas era impensada, pero creo que ahora nos agarra en nuestro mejor presente.

- ¿Se activa algún chip distinto, cuando sabés que estás quemando los últimos cartuchos? Porque lo que hiciste ayer en cierre, fue realmente una clínica.

. Mirá, yo me tomo todos los partidos de manera especial, pero a todos nos pasa lo mismo. Yo les decía a mis compañeros, que se respira otra cosa, la sangre te empieza a correr de otra manera. Hay que estar realmente enfocado y convencido del plan de juego, prestando mucha atención a la toma de decisiones, especialmente en los momentos más calientes. En los partidos de playoffs los 40 minutos son importantes, pero cuando llega el momento donde se cierran los partidos, si vos estás convencido de tomar la mejor decisión, es el momento que más se disfruta. Pueden haber jugadores que se esconden o no quieren esa situación, pero yo creo que es la situación que a todos los competidores nos gusta, independientemente si el resultado es positivo o negativo. Porque te repito, uno aprende de lo negativo, para luego poder disfrutar situaciones como esta.

- Resumime un poco una serie que nadie esperaba termine en barrida.

. Yo no siento que la diferencia haya sido una barrida. Ellos en los dos partidos en Santiago del Estero tuvieron diferencias de 14 y 11 puntos, y por ahí no lo supieron sostener, porque nosotros nunca salimos de nuestro plan de juego. Creo que estuvimos convencidos, no nos salimos de una línea. Ayer jugamos muy bien y dominamos, salvo el primer cuarto. El tema es que cuando ellos se acercaron, como nosotros lo hicimos en Santiago, supimos hacernos fuertes. Eso creo que marcó la diferencia entre uno y otro equipo. Pero no hubo una diferencia real de 3-0. De hecho ganamos el primer partido en suplementario y el segundo por dos puntos. La serie marcó que en los momentos más delicados, nosotros tomamos mejores decisiones.

- El otro día hablábamos con Espinoza de todas las cosas que vivieron durante el año. Realmente la tuvieron muy difícil, pero ¿sentís que eso los preparó y los potenció para este presente?

. Lo que pasa es que este equipo está acostumbrado a jugar finales, a ganar cosas, a pelear arriba. Y la presión de pelear ahí es mucho menor, a la presión que tuvimos este año, donde en un momento hasta estábamos mirando de reojo no jugar la Permanencia. Estos golpes que tuvimos, y que en realidad no dejamos de tener, porque perdimos a nuestro mejor defensor interior como Kris Lang, a los dos minutos del primer partido. Pero sabíamos que esas cosas ya nos habían sucedido y estábamos acostumbrados. Siempre supimos salir a flote.

- Ahora está claro que van por todo.

. Mirá, yo quiero ser cauto, como cuando ganamos los primeros dos partidos y cuando entramos por la ventana para jugar los playoffs. Nuestro enfoque cuando empezamos los playoffs, era disfrutar de esto, porque primero venía el campeón. Segundo, porque nosotros nos preparamos para este objetivo, si bien fue cambiando durante la temporada. Nuestra meta cambió, pero tener la chance de jugar playoffs en nuestro mejor momento, ante el campeón, sabíamos que nos iba a subir de manera considerable la confianza, si logramos pasar la serie. Durante la temporada siempre la tuvimos de un 50% para abajo o a veces un cachito para arriba. Pero nunca a tope. Ahora pensar que vamos por todo, sería apurado. Viene un equipo que peleó de menor a mayor y que juega un básquet muy dinámico, como La Unión. Ellos tienen un contragolpe terrible y jugadores rendidores, si bien perdieron a un jugador que juega muy bien con la cabeza, como Shaun Green. Los dos tenemos el mismo hambre y vamos a tratar de ganar y dar vuelta la localía lo más rápido posible. Llevamos ocho triunfos seguidos y los dos tenemos presión: nosotros de seguir en esa racha y ellos de mantener lo que vienen haciendo.

- Para cerrar, te pregunto por esa relación hermosa que tenés con el público de Regatas. Contame un poco como la vivís y qué te genera.

. No encuentro las palabras justas, la verdad. A veces siento que es exagerado y al mismo tiempo entiendo que cuando hay un jugador que juega tantos años, que tiene la suerte de haber ganado títulos con esta institución, ya teniendo un referente como Paolo, la gente se identifica y es algo fundamental. Es una motivació para que la gente vaya a la cancha. Y estuvimos tan en deuda, que ahora la gente está disfrutando el doble y yo ni que hablar. Se da un ida y vuelta con la gente increíble. Yo soy bastante cauto y duro en cuanto a sentimientos, pero por ahí me sobrepasa en estos momentos. Y tampoco quiero agrandar demasiado la situación, pensando que estoy jugando mis últimos partidos. Pienso que estoy acostumbrado y cada día crece el cariño, mio hacía la gente y de ellos hacia mi. Lo siento exagerado o injusto, pero entiendo que se sientan identificado con un personaje que ha tenido tantos años en esta institución. Se ha generado algo que muy lindo, y particularmente dentro de un año donde nos han pasado tantas cosas siento que hay como una empatía con la gente. Cuando la pasamos muy mal ellos también lo sufrieron, y ahora que estamos en esta racha siento que cuando ganamos también tienen ese desahogo, ese alivio que nosotros tenemos, como si ellos también ganaran esos partidos. Cuando llegué en el 2001 a Independiente de Pico nunca me imaginé que podría darse esto, pero hay un afecto con todos que me hace muy bien. El cariño que me demuestran, no solo en la cancha sino también en las redes sociales o en la calle, cuando voy al súper o cuando voy a buscar a las nenas al cole, lo disfruto mucho y lo quiero seguir disfrutando en todos estos días que me quedan.