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Son contados los casos de jugadores que a los 20 años han tenido un impacto inmediato en la NBA y se convirtieron en líderes indudables de la competencia. Para nosotros, solo tres. Y son los que analizaremos en este informe aprovechando el debut que tendrá Luka Doncic en los playoffs. Son tres casos bastante distintos entre sí. 

Quizá el más simbólico y contundente sea el primero de esta lista: Magic Johnson. Magic, con 20 años, llegó a la NBA tras solo dos años en la Universidad de Michigan State (no hacer los 4 años de colegio era algo no muy usual en esa época), siendo campeón de la NCAA y con el mundo por delante. 

Quizá no se esperaba que ese joven de la sonrisa permanente tuviera el efecto sobre los Lakers tan pronto. Unos Lakers que tenían a la máxima estrella del momento (Abdul-Jabbar), pero que no habían conseguido nada en los años recientes. Magic no solo les cambió el ánimo, sino que hizo todo lo que había que hacer, incluso jugar de pivote la final decisiva, para que el equipo fuera campeón. Es, sin dudas, el caso más emblemático de veinteañeros líderes dominantes de la NBA.

No colocamos a Jordan en la lista simplemente porque MJ llegó algo más grande y, si bien fue goleador de la Liga en su primera campaña, en la segunda se lesionó y ya con 23 empezó a subir el ritmo hasta tomar control por completo de la Liga. Podría haber sido incluido igualmente. Kobe Bryant tuvo mucho protagonismo a los 21, pero no impacto inmediato. En sus dos primeras temporadas fue subiendo minutos, pero no los tuvo desde el comienzo. 

Llega el caso de LeBron James, el imberbe más joven de todos, y el más promocionado. Con 17 años se televisaban sus partidos de high school en TV nacional y cuando llegó a la NBA con 18 años ya era una megaestrella, millonario y no había jugado un solo minuto. 

A decir verdad, a James le pasó algo similar a Jordan, pero con 3 años menos. Y LeBron, con 20, ya tuvo promedios de 27 puntos, 7 asistencias y 7 rebotes. Una animalada para la época que sea. Su primera final la jugó con 22 (0-4 ante Spurs), pero su dominio de la Liga va más allá de sus títulos. 

Quince años después, llega el muchachito de la película. Un rubio desestimado en los dos primeros puestos del draft, poco atlético, aunque muy talentoso. Esloveno. Luka Doncic. ¿Cómo un pibe con esas características podía dominar una Liga de atletas? Con la cabeza. Simple. 

Luka tiene quizá más talento natural que nadie, pero no domina la NBA solo por eso. Lo hace porque es además Top 3 en IQ, demostrando que entiende mejor que nadie dónde están hoy las ventajas que da el juego, que se acomodoró justamente a lo que es él: un jugador con un tiro demoledor, con una visión de juego única, con capacidad de pase y con liderazgo por carácter. 

Pocos tuvieron en cuenta que sus 20 años no eran los de Magic ni los de LeBron. Luka venía de dominar Europa con 19 y de jugar playoffs en las canchas más difíciles del mundo FIBA. Y de llevar a Eslovenia al título de Europa contra la gran España. ¿Sorprendió su impacto en la NBA? Sí, porque al menos se esperaba que tardara un poco en aclimatarse. Pero en su segundo año, con 21 años fresquitos, termina la fase regular con 28.8 puntos, 9.4 rebotes y 8.8 asistencias. 

¿Será Luka el dueño de la próxima década? Solo, no le será fácil. Los Mavs no son un mal equipo, pero quizá Luka los haga parecer mejores de lo que realmente son. En Orlando tendrán la primera oportunidad de mostrar dónde están hoy parados. Y también hasta dónde llegan ya los tentáculos del esloveno.