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Le cuesta mucho a New York establecer una regularidad en este inicio de temporada, tanto en lo deportivo como en lo mental, los problemas de lesiones no terminan de darle forma, y cada vez que quiere sacar la cabeza del agua, vuelve a sumergirse en ella.

Este martes sufrió una nueva derrota, la novena de la temporada, y unas horas después de haber superado a Denver en el Madison. Esta claro que el conjunto de la Gran Manzada no puede mantenerse en el mismo camino dos juegos seguidos.

A decir verdad, el partido de esta noche tampoco era una cosa sencilla, porque en el Bradley Center los Bucks venían con un interesante récord (3-1), además de ser uno de los ochos mejores equipos del Este.

New York comenzó bien, peleó cabeza a cabeza el primer cuarto, pero su ataque se fue desdibujando con el correr de los minutos. En el inicio del segundo parcial se vio un momento de lucidez, porque Pablo Prigioni le dio orden al equipo, y con dos asistencias suyas puso a los Knicks arriba por cuatro (36-40). A partir de la respuesta de Ilyasova de larga distancia, comenzó a cambiar el curso del partido.

No obstante hubo otro momento estelar del cordobés, cuando anotó un triple justo cuando New York se había quedado sin gol y había permitido la recuperación de Milwaukee. Pero después de esa acción, Fisher lo reemplazó por el inexperto Shane Larkin.

En un abrir y cerrar de ojos, el local estampó un parcial de 22-5 que terminó siendo determinante, o más bien el principio del fin. Lo que siguió para la visita fue para el olvido, porque su ataque perdió efectividad, las pérdidas se fueron sucediendo, y ante la falta de órden, Milwaukee lo castigó de contra. Pero el local también le sacó el jugo a la pésima defensa de los Knicks, ya que se metió por todos los huecos que encontró: 66-49.

En el tercero surgió Antetokounmpo, quien se convirtió en una auténtica pesadilla para los Knicks. El griego lastimó con tiros cortos o desde la línea de libres para terminar con 13 puntos en el segmento. Poco pudo hacer Prigioni en un equipo que buscaba sobrevivir con los tiros de larga distancia, sobre todo de Shumpert ante una noche de Anthony sin demasiado protagonismo hasta ese momento.

La máxima llegó a ser de veintiseis (85-59) cuando restaban 5m46s. Liderado por Hardaway, más algunas acciones importantes de Stoudemire para intentar equilibrar la zona pintada, y la conducción de Prigioni, la visita cerró el cuarto "apenas" quince puntos abajo: 95-80.

Anthony se terminó de meter en el juego, y como principal carta ofensiva se encargó de ir recortando las cifras. Los Knicks llegaron a colocarse a dos (115-113) cuando restaban 7s9, pero no hubo tiempo para más. Hardaway le cometió falta a Bayless en la salida, y este aseguró la victoria desde la línea de libres.

Pablo Prigioni terminó con 11 puntos (1/1 dobles y 3/4 triples), 1 rebote, 4 asistencias, 2 recuperos, 3 pérdidas y 2 faltas en 20m32s.

Roberto Martín
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