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Gimnasia de Comodoro 84 - Regatas Corrientes 80
Gimnasia retomó el calendario de la Liga con una sufrida pero más que necesitada sonrisa. El Verde patagónico derrotó a Regatas por un intenso 84-80, en un cierre de alto voltaje donde la defensa local y la mano de Nicolás De Los Santos resultaron ser claves para sembrar dicho éxito. También se lleva un enorme mérito la reacción que se generó a través de Juan Manuel Rivero, cuando los de Gonzalo García estaban abajo por trece tantos y el escolta santafesino hizo resurgir a su equipo.
De Los Santos terminó siendo la figura con 21 puntos, anotando 8 de esos tantos en el último episodio. No hay que desestimar el partidazo que hizo Pitu Rivero (14 tantos), motor del despertar de Gimnasia, aunque para resumirlo en líneas generales la reacción del cuadro patagónico en el complemento fue tremenda para quebrantar a un Regatas liderado por la mano caliente de Paolo Quinteros (23 unidades, goleador de la noche y figura visitante).
El arranque se inclinó mucho en el juego interior, con Vargas y Martina tomando muchas decisiones en la pintura para ambos equipos. Sin embargo lo de Gimnasia fue discontinuo, y eso permitió que un Regatas un poco más regular aproveche. Nunca con una diferencia amplia (11-6), pero sí con la presencia de Quinteros y logrando mantener una distancia en el score.
Cuando De Los Santos se volvió un poco más ofensivo y definió un par de situaciones la historia se empardó (13-13), pero Regatas volvió a tener un despegue con una rachita de Sims y Gimnasia solamente lo pudo combatir con sus constantes idas a la línea, aprovechando que los correntinos se cargaron rápido de foules. Los de Piccato sacaron diferencias de 22-19 al concluir el episodio inicial.
De a poco esa brecha mínima de los correntinos se fue ampliando. Mucho de eso se dio con el crecimiento de Quinteros, que a medida que fue teniendo más juego y más control del balón se volvió obviamente mucho más intenso. Su producción anotadora también creció bastante, por lo que Gimnasia tuvo que cuidar no solo al escolta sino también a un Martina que ante cada descuido dañó en el juego interno.
Así fue como Regatas llegó a sacar diez unidades (31-21) de diferencia, distancia que se apagó fuertemente con una racha goleadora de Vargas para liderar una carrera de 8 a 0 en favor del anfitrión (Vargas anotó todos los puntos). El ajuste positivo de los comodorenses valió y mucho, sin permitir que Regatas se termine de despegar a pesar del buen cierre que ofrecieron Espinoza y Ramírez Barrios. Al entretiempo, los correntinos se mantuvieron al frente por 40-34.
Regatas siguió mostrándose más sólido en el renicio de las acciones, siempre dependiendo del crecimiento de un Quinteros en estado fantástico. El entrerriano siguió siendo el motor visitante y los de Piccato llegaron a tomar una brecha más que considerable de trece (54-41), en un parcial que obligó un reordenamiento en el cuadro comodorense.
Podría decirse que el ajuste fue la toma de decisiones más intensa que buscó Gimnasia, en un parcial impulsado por un descomunal Rivero. El Pitu apareció con su ya habitual mano caliente desde el perímetro, clavó un par de bombazos importantísimos y Gimnasia achicó distancias a solo seis (62-56). Es cierto que Regatas aguantó con las liberaciones de Paolo, pero los comodorenses cerraron el parcial con un bombazo de Shaw y un doble más falta de De Los Santos. Decididamente, los de García tuvieron una recuperación asombrosa e igualaron el duelo en 62 al ingresar al último periodo.
Y esas rachas, ese impulso generado por los momentos de confiaza de cada bando, le abrió la puerta a un Gimnasia que siguió presionando. Rivero siguió siendo el motor del despertar patagónico y a él se sumaron otros puntos altos del tercer parcial que tuvieron continuidad en el periodo definitivo (Fernández Chávez y De Los Santos). Romero fue otro de los pilares, complicando en la pintura y poniendo al local 71-66 arriba restando 6m31s para el final del encuentro.
Regatas volvió a aproximarse y la tensión se hizo mucho más fuerte. Sin embargo, a pesar del acoso correntino, la mano de De Los Santos siguió alimentando a un local que ya había recuperado su confianza a pleno. Regatas no cesó, la dupla Quinteros-Martina fue la bandera de ese asfixio e incluso el pivote fue el encargado de igualar el duelo en 78, con tan solo 1m28s para el final.
De Los Santos fue el factor decisivo en ataque, mientras que en defensa el control sobre Quinteros también resultó determinante. Por eso, a pesar de que Regatas se puso a tiro, Gimnasia terminó resolviendo mejor los últimos segundos de la noche y se llevó un triunfo frenético por 84-80. Los de Comodoro arrancaron el año con una sonrisa, en un duelo plagado de emociones y con un local que supo reaccionar y aguantar hasta el final.