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Ohio es uno de los estados que pueden determinar el nombre del próximo inquilino o inquilina de la Casa Blanca. Así que LeBron James, una de las figuras más populares, decidió dar un último empujón a la candidata Hillary Clinton durante una reunión celebrada en Cleveland este domingo. O lo que es lo mismo, todo un cuatro veces MVP de la NBA y el mejor jugador de las pasadas Finales, se dirigió, micrófono en mano a la multitud, para pedir públicamente el voto para la candidata demócrata a menos de 48 horas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

El alero se llevó con él al evento a uno de sus compañeros en el vestuario de los Cavs: J.R. Smith. "Tenemos que salir a la calle y votar. Sólo una persona entiende los problemas y dificultades que ha atravesado un niño de Akron nacido en la pobreza. Cuando pienso en el tipo de políticas que necesitan los niños de mi fundación, la elección es clara: Hillary Clinton", comentó 'King' James antes de dar paso a la ex secretaria de Estado.

Un apoyo importante por parte de una de las figuras más representativas de la Liga. Pero, ¿qué hay del resto? Entre los que han tomado partido entre Hillary y el magnate Donald Trump, la balanza se decanta claramente del lado de la primera. Pasando por los dos últimos comisionados (David Stern y Adam Silver) hasta leyendas de la magnitud de Magic Johnson (donó 250.000 dólares a su fundación) y Kareem Abdul-Jabbar. Por mayoría aplastante, la NBA va con Hillary.

Ningún jugador, entrenador o propietario de la NBA actual ha mostrado su intención de votar, al menos públicamente, al candidato republicano. Dennis Rodman es de los pocos que se ha decantado abiertamente por el magnate. Otro ex de la Liga y todo un cinco veces all star como Latrell Sprewell le felicitó en Twitter a principios de año y en pleno proceso de primarias para obtener la nominación del GOP (Great Old Party).

Spencer Hawes, de declarada ideología conservadora y miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), es uno de los muchos simpatizantes republicanos de renombre que ha declinado ir con Trump. Sin embargo, el jugador de los Hornets criticó recientemente en una entrevista que el posicionamiento de LeBron en favor de Hillary. En la misma comentó que le gustaría poder debatir sobre política con el de los Cavs.

Esto no quiere decir que la NBA sea exclusivamente demócrata. Lo que ocurre es que entre los republicanos clásicos de la Liga, la figura de Trump no entusiasma. Propietarios de franquicias o directivos como Pat Riley (Miami Heat), Peter Holt (San Antonio Spurs) o Dan Gilbert (Cleveland Cavaliers) apoyaron a otros candidatos en el proceso de primarias. Es más, dentro del partido, hubo quien llegó a proponer a Mark Cuban como posible candidato para frenar el ascenso del empresario. El polémico dueño de los Dallas Mavericks no ha tenido reparos a la hora de secundar a la candidata del que, tradicionalmente, es su partido rival. "No puedes ser presidente de los Estados Unidos si no sabes cuándo tienes que callarte", comentó durante un mitin reciente en el que ejerció de cicerone de la ex Primera Dama.

Quedándonos en los demócratas, la lista de los que han donado dinero o simplemente han declarado su apoyo a la campaña de Clinton resulta abrumadora. Stephen Curry, el entrenador de los Rockets Mike D'Antoni, Chris Paul, Carmelo Anthony, el ya mencionado Wade, Jason Collins (el primer NBA que anunció su homosexualidad estando en activo), Jason Kidd y Marc Lasry (copropietario de los Bucks), Vivek Ranadive (dueño de los Kings), Chauncey Billups o Baron Davis son algunos destacados ejemplos. Si por la NBA fuera, no habría color en las elecciones de este martes. Pero las últimas encuestas apuntan a un margen mucho más estrecho entre los dos principales (que no únicos) candidatos. Serán las urnas las que decidan.