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Esta noche se llevará a cabo el esperado Draft 2017, el cual viene cargado de una electricidad que hace tiempo no se veía: no solamente por ser considerado uno de los mejores y más profundos de estos años, sino además por la enorme cantidad de rumores que lo rodean. ¿Traspasarán los Knicks a Porzingis para seleccionar a Josh Jackson?, ¿canjeará San Antonio a Aldridge para conseguir un pick entre los 10 primeros?, ¿se moverán los Pacers con un Paul George que ya avisó que no seguirá en el equipo? Por ahora, no hay respuestas para todas estas dudas. Pero lo que sí podemos ofrecer, es un análisis de los jugadores más relevantes de esta nueva generación de figuras NBA.

Las posibles estrellas. Como hace mucho tiempo no ocurría, el Draft 2017 presenta un enorme grupo de jugadores con potencial de superestrella. En ese aspecto, hay tres que parecen separarse del resto: Markelle Fultz, máximo candidato a ser elegido número uno y un base con una capacidad anotadora fenomenal; Lonzo Ball, otro base que más allá de toda la polémica que lo rodea no deja de ser un verdadero crack, con una visión de cancha y versatilidad que muchos comparan con Jason Kidd; y Josh Jackson, un perimetral que cumple con el molde de varios de los 2-3 que han triunfado en el último tiempo: vertical, agresivo, atlético y mejorando a pasos agigantados su manejo y lanzamiento externo.

Jackson es el jugador que más ha crecido en el último tiempo y de hecho, sería la razón por la cual Boston traspasó el primer pick a Philadelphia, quien envió su elección en el tercer puesto (los Celtics sabián que el escolta aún estaría disponible en esa ubicación). ¿Qué separa a Fultz y Ball? Son dos bases completamente opuestos. Fultz abre los ojos con su habilidad para anotar desde cualquier punto de la cancha, mientras que Ball se destaca por su perfil físico-atlético (mide casi 2 metros) y su capacidad para involucrar a sus compañeros, más allá de haber serias dudas sobre su potencial goleador (muy mala mecánica de tiro). Aunque Fultz es el uno casi por unanimidad, cuidado: cuando se enfrentaron entre ellos, Ball dominó con claridad, mostrando que puede impactar el juego en más aspectos que el base de los Washington Huskies.

¿Qué otras referencias de posibles estrellas podemos dar? Jonathan Isaac es un cuatro que si bien aparece más inmaduro que el resto de esta clase, posee una combinación de longitud, tiro y capacidad atlética que lo marcan como una verdadera joya a futuro; Dennis Smith es el base más explosivo y potente de este Draft, y uno de los posibles robos entre los puestos 6-8. Además, Jayson Tatum, un tres muy versátil y con muchos recursos; De´Aaron Fox, un base sin mucho tiro pero con una velocidad y defensa extraordinaria y Malik Monk, un escolta pequeño pero con enorme facilidad goleadora (le anotó 47 puntos a North Carolina), también se proyectan para ser elegidos entre los primeros 10. Ah, y un detalle: todos estos jugadores que nombramos fueron novatos de primer año en la NCAA, por lo que rondan entre los 18 y 19 años. Una bestialidad.

La segunda línea. Detrás de estas posibles estrellas, aparecen varios nombres que también despiertan un interés general elevado. Uno de los principales es el pivote novato de Gonzaga, Zach Collins, quien combina tiro, velocidad y altura, aunque habrá que ver cómo maneja el tema físico en la NBA. Un caso similar es el de John Collins (sin relación entre ellos), otro interno con movilidad y buena mano, aunque sin tanta potencia y kilos. Siguiendo en el juego interior, tampoco deben pasar desapercibidos Justin Patton, Bam Adebayo e Ike Anigbogu, pivotes sin tanta calidad, pero con mucho en términos de capacidad atlética y física. Y ojo con Harry Giles, quien hasta hace poco era considerado el mejor de esta generación, antes que varias lesiones frenaran su desarrollo.

Pasando al perímetro, otros nombres para tener en cuenta son los tiradores Luke Kennard y Justin Jackson y el muy buen defensor Donovan Mitchell. Un caso particular es el de Terrance Ferguson, un escolta de 2 metros, muy explosivo y con buena mano, que viene de tomar una ruta poco convencional: en vez de ir a la NCAA, jugó con 18 años en la liga profesional de Australia, donde no tuvo los mejores números. Potencial igual le sobra.

Posibles robos. En términos de sorpresas, creemos que hay algunos jugadores con potencial y calidad para terminar siendo más de lo que su posición del Draft puede indicar. Uno de ellos es el pivote de Texas Jarrett Allen, quien si bien está muy verde en muchos aspectos, no solo tiene excelentes condiciones físicas y atléticas, sino que además muestra flashes muy interesantes en el juego de espaldas al aro. Tranquilamente puede terminar siendo el mejor interno de esta clase. ¿Otros posibles subvaluados? El talentoso DJ Wilson, un 3-4 con mucha técnica, explosión y recursos anotadores (el problema con él es la mentalidad); el pequeño pero eléctrico Jawun Evans; un completo 1-2 ofensivo como Frank Jackson y un escolta que se adapta muy bien a la función del 3&D (triplero y defensor) como Damyean Dotson.

Proyectos internacionales. Aunque sin tanta profundidad como en otros años, el Draft 2017 también tiene sus posibles estrellas FIBA. El base francés Frank Ntilikina es un gran candidato a ser elegido entre los primeros 10 lugares (si llega hasta el 9°, Dallas seguramente lo tomará), por su potencial físico y defensivo; Lauri Markannen, es un interno finlandés con excelente mano a larga distancia (Phil Jackson lo sueña como el próximo Porzingis), mientras que ya más atrás, aparece el alemán Isaiah Hartenstein, otro pivote con gran altura, buena movilidad y un atrayente tiro perimetral. El ala pivote francés Mathias Lessort (buen defensor), el gigante letón Anzejs Pasecniks (altura, movilidad y algo de tiro), el cuatro australiano Jonah Bolden (atlético y anotador) y el talentoso alero esloveno Vlatko Cancar, son otros de los probables drafteados fuera de Norteamérica.

Proyectos sudamericanos. El Draft 2017 tiene básicamente a tres jugadores sudamericanos con chances de ser elegidos. Uno de ellos es el argentino Gabriel Deck, quien fue seguido de cerca por seis franquicias NBA durante esta temporada, con Utah y Milwaukee mostrando el mayor interés sobre él. Además, los brasileros Wesley Da Silva o Mogi (un escolta muy vertical y atlético) y George De Paula o Georgihno (base de gran estatura), también tienen posibilidades de escuchar su nombre en el Barclays Center.