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Bahía Basket 68 - San Lorenzo 77

San Lorenzo se quedó con el primer punto de las finales del Sur ante Bahía Basket después de imponerse 77-68. Victoria más que importante para el Ciclón, ya que ha ganado de visitante en el Osvaldo Casanova y ha logrado robarle la localía al conjunto bahiense. La experiencia del elenco azulgrana fue determinante en los pasajes más importantes de la noche, con el interesante poderío de Matthew Bryan y Walter Herrmann como principales estandartes.

Bryan terminó con 21 puntos y 5 rebotes, mientras que Herrmann fue doble figura al conseguir 21 unidades y 12 rebotes. Marcos Mata (12), Penka Aguirre (8) y Marcus Elliott (8) completaron el goleo principal del cuadro de Julio Lamas. Por su parte, Gastón Whelan fue la mejor producción del local con 17 tantos, mientras que la mala noticia del equipo bahiense además de la derrota fue la dolorosa lesión de Santiago Vaulet sobre el cierre del encuentro. El pibe cayó mal tras un salto y se lesionó su rodilla izquierda, siendo retirado en camilla y esperando su evolución en las próximas horas.

El arranque de la noche mostró mucha paridad, pero con dos equipos expusieron sus diferentes estilos desde el inicio. El primero que dar una estocada fue San Lorenzo, muy apoyado en su buen caudal de triples (dos de Herrmann y dos más de Mata) para arrancar 16-10 arriba. Bahía había defendido bien desde el principio pero su rival lastimó cada vez que encontró algún tirador a pie firme y eso se reflejó en el resultado.

Pero cuando Bahía fortaleció su labor defensiva se hizo más compacto, forzó a San Lorenzo a cometer muchísimas pérdidas (5 en el primer cuarto). La transición a ataque fue rápida, Bahía convirtió muchos goles a contragolpe pero también circuló bien la pelota y anotó gracias al juego de pases.

Lo de Levy fue vital en el juego interior, por los rebotes y porque también todo el equipo elevó su labor en la zona pintada a la hora de defender. Jasen le dio un salto de calidad, desde su experiencia pero también generando muchísimo juego, y eso fue fundamental para que Bahía lo diera vuelta y se lleve el primer capítulo por diferencia de cuatro unidades (22-18).

En el segundo cuarto Bahía aumentó más su propuesta, siguió robando balones, defendiendo bien y desordenando a San Lorenzo. El Ciclón se mostró confundido, el local tuvo un par de buenos ingresos entre los pibes (como Santiago Vaulet, Corvalán y Fjellerup), siguió sosteniendo algunas cosas interesantes con Juan Pablo Vaulet y un interesantísimo Whelan junto con la jerarquía de Jasen, y sacó una máxima de doce (37-25) a mediados del parcial.

Pero San Lorenzo pudo cambiar, la estrategia de presionar más arriba pasó a forzar la posesión de Bahía y el local tuvo un par de pérdidas dolorosas. Y eso obviamente benefició a un Ciclón que lastimó más, que gozó de un mejor pasaje de Aguirre y que empezó a dañar con la potencia de Bryan en el juego interior. La historia se empezó a inclinar a favor de los capitalinos, San Lorenzo empató en 39 y con el score igualado entró al descanso largo perfilándose de mejor manera.

San Lorenzo supo sostener su mejoría en el reinicio de las acciones, sin desequilibrar en demasía pero llegando a sacar una buena diferencia de ocho tantos a poco de cerrar el parcial (59-51). Todo llegó de la mano de Herrmann y Aguirre, principales motores del equipo de Lamas pero ayudados también con un interesante pasaje en el resto del Ciclón.

Bahía apretó, presionó y quiso ponerse en juego, apretado con el juego de San Lorenzo pero también pecando en algunas facetas. Levy y Fjellerup ayudaron a remar contra la corriente, Whelan estuvo algo más controlado pero fue Johnson quien empezó a gravitar. El extranjero anotó sus primeros tantos de cancha y dejó a Bahía abajo por solo cuatro (59-55) al entrar al último periodo.

Bryan y Herrmann siguieron potenciando el juego visitante y dominaron el termómetro del partido a pesar de las buenas intenciones de Bahía. El goleo del dueño de casa fue más fluido, de la mano de un clarísimo Whelan pero siempre debió correr desde atrás, y mucho de eso se produjo gracias a la potencia interior del inglés azulgrana en cancha.

San Lorenzo supo sostener su rendimiento, se apoyó en su calidad y su jerarquía y de esa forma fue apagando cualquier intento de reacción por parte de Bahía, que se pinchó de a poco y a su vez estuvo cada vez más impreciso a causa de la defensa visitante. Todo se terminó por definir por un gran 77-68, con San Lorenzo sabiendo explotar cada oportunidad desde su mayor agresividad hasta redondear un triunfo que puede ser vital en la serie.

Lucas Leiva / [email protected]

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