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Si ya de por sí el 2019 de Kawhi fue muy bueno, el reconocimiento que le entregó la prensa norteamericana lo convirtió en excelente. El MVP de las últimas finales de la NBA recibió el premio a Mejor Atleta Masculino del Año en Estados Unidos, siendo el quinto basquetbolista en lograrlo luego de que lo lograran Larry Bird, Michael Jordan, LeBron James y Steph Curry.

Tras algunos problemas con la dirigencia de los Spurs, a mediados de 2018 Leonard arribó a Toronto Raptors, una franquicia relativamente nueva (fue creada en 1995) que hacía tiempo buscaba un jugador franquicia para ir por el título. Junto a Siakam, Lowry, Gasol e Ibaka armaron un equipo que funcionó a la perfección.

Se dieron el lujo de sacar del camino a los 76ers y Bucks para llegar a la final. Y en esa serie que terminó siendo de seis juegos la fortuna estuvo de su lado. Durant intentó regresar a las canchas pero se volvió a lesionar, Klay Thompson sufrió una rotura de ligamento de rodilla en el último juego y Curry no pudo hacer mucho estando tan solo. Eso no significa que los Raptors no merecieran el título, sino todo lo contrario, se pegaron al plan original y consiguieron el primer título para una franquicia no estadounidense.

Luego de eso vinieron los rumores, que si se quedaba, que si se iba. Si se iba, a dónde lo haría. Lakers con LeBron era una posibilidad, pero se terminó decantando por el otro equipo de Los Angeles, el de perfil bajo como a él le gusta ser, los Clippers. Unos días después de esa apuesta el mundo conoció su plan: reclutó a Paul George para ir por un nuevo anillo.

Hasta ahora no va mal y de hecho es algo similar a la última temporada: su equipo no tiene el liderazgo de la conferencia pero a cada partido que pasa demuestran por qué son serios contendientes y, con la actual racha negativa de los Lakers, quedaron a solo dos juegos de tomar la punta.

En esta temporada, Kawhi Leonard está promediando 25.9 puntos, 8 rebotes y 5.1 asistencias, números iguales o mejores en algunos casos que en la 2018/19. Además está el agregado de que en Toronto se dependía más de lo que él podía hacer, mientras que en los Clippers puede descansar en la presencia de George, Harrel o Williams, tres grandes basquetbolistas en los que puede confiar para ir por el título, el tercero para él y, otra vez, el primero para la franquicia en la que está jugando.