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San Antonio Spurs es uno de los equipos más gloriosos en la historia de la NBA y su trío compuesto por Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili logró dominar durante la última década, con cuatro campeonatos en 2003, 2005, 2007 y 2014. Soportaron huracanes, aprendieron de las derrotas y siempre se mantuvieron competitivos.  

Sin embargo, todo pudo haber sido diferente si Jason Kidd decidía ir al conjunto de Gregg Popovich en 2003. Así confesó el base en una entrevista realizada por ESPN en 2016. Los texanos le habían hecho una oferta millonaria, pero el armador prefirió renovar con New Jersey Nets, a razón de seis años y 103 millones dólares.  

Aquel contrato fue jugoso y altísimo, pero lo llamó "la mayor decepción" de su carrera. "Pensé que iba a ser un jugador de Spurs", dijo Kidd, ahora entrenador asistente de Los Angeles Lakers. Incluso, admitió que estuvo muy cerca de fichar con ellos: “Me comprometí cuando estaba allá en mi visita a San Antonio”. 

Kidd explicó cómo el nivel de comodidad de Nueva Jersey lo hizo quedarse, ya que encontró el éxito como jugador estrella del equipo y catalizador hacia las apariciones en las Finales de la NBA. Sin embargo, junto a Duncan y un Ginóbili en ascenso, quién sabe cómo habrían ido las cosas. 

Esto fue mucho antes de que Parker se convirtiera en el jugador que los fanáticos de los Spurs llegaron a amar. Para ese entonces el francés tenía 20 años y acababa de promediar 15,5 puntos y 5,3 asistencias por partido con un 46,4% en tiros de campo. Pero la oportunidad de contratar a una estrella ya establecida sería difícil de dejar pasar. 

¿Qué hubiera pasado si Kidd llegaba a Spurs? Afortunadamente, tanto la franquicia y el jugador tuvieron excelentes carreras y ambos lograron anillos. De igual manera es lindo imaginarse a Duncan y Ginóbili junto a Jason, uno de los mejores bases en la historia de la NBA.