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Hace 40 años, y hasta mediados de los 90, era usual que la mayoría de los basquetbolistas completaran su ciclo de 4 años en la Universidad, buscaran entrar al draft y luego saltaran a la NBA. Algunas excepciones podían hacer que eso ocurriera un año o, muy ocasionalmente, dos antes de terminar los estudios. Por eso, había una enorme cantidad de talento en la NCAA, algo que, al pasar cada vez menos años estudiando, hoy ocurre mucho menos. 

A comienzos de los 80, luego de su etapa secundaria en la Emsley A. Laney High School, Michael Jordan obtuvo ua beca para ir a una de las universidades más importantes de los Estados Unidos en el rubro básquetbol: North Carolina. En realidad, hasta ese entonces, habían conseguido un solo título de campeones en la NCAA, pero desde entonces ganarían el anillo 4 veces más hasta hoy. 

Esa temporada, 1981/82, NC armó un equipo con varios jóvenes que luego harían historia en la NBA: además de Jordan, estaban Sam Perkins y James Worthy. El luego varias veces campeón con los Lakers (Worthy), también tuvo participación en estos primeros capítulos de The Last Dance: "Fui mejor que Jordan...durante dos semanas. Ese fue el tiempo que tardó en verse que él era el mejor de todos".

Siendo rookie, y con uno de los entrenadores más reconocidos de la NCAA en su historia, como Dean Smith, North Carolina llegó a la final del torneo frente a la poderosa Georgetown de Patrick Ewing, y restando 32s estaban un punto abajo. Smith, que algo de esto sabía, pidió tiempo muerto y, en lugar de apostar por Worthy, la estrella del equipo, dijo que se la dieran a Jordan para que, si podía, tomara el tiro final. Lo hizo, la metió y NC ganó el campeonato. Ese día, según el propio MJ, dejó de ser Mike para convertirse en Michael Jordan.