Houston le dio una paliza a New York y amargó el estreno de Rose
01:17 05/10/2016 | Los Rockets fueron un vendaval de puntos, ganándoles 130-103 a los Knicks en su segundo amistoso. Harden figura. Prigioni sumó 3 puntos.
Prigioni anotó su único intento al aro: una bomba de tres
Houston jugó este martes su segundo partido de pretemporada rumbo a la 2016/17 de la NBA. Nuevamente lo hizo consiguiendo una victoria, y como el pasado domingo ante los Shangai Sharks ahora le dio una paliza a New York Knicks por 130-103, amargando el estreno de Derrick Rose en el elenco de la Gran Manzana.
James Harden fue el máximo anotador del encuentro con 28 puntos, 6 rebotes y 11 asistencias, mientras que Ryan Anderson lo escoltó a la perfección con 26 unidades y 7 rebotes. El argentino Pablo Prigioni sumó 3 puntos (1/1 en triples), 2 asistencias, 1 pérdida y 1 falta en 6 minutos.
Por su parte, lo más destacado en New York estuvo en las manos de Kristaps Porzingis con 22 tantos. Rose sumó 16 unidades más 5 rebotes, mientras que Carmelo Anthony arrimó 10 puntos.
Los Rockets ya fueron claros dominadores del encuentro durante el primer periodo. Arrancaron mucho más derechos y aprovecharon un flojo arranque de los neoyorkinos para marcar diferencias en ambos costados. Houston se escapó a doce en el primer cuarto (27-15), y luego abrió muchísimo más el encuentro con una lluvia de puntos. En el segundo periodo le hizo 41 unidades a unos Knicks que fueron un colador, entrando al descanso largo 68-42 arriba.
En el complemento las aguas se tranquilizaron, el partido no tuvo tanto desnivel pero la historia ya estaba manejada de manera absoluta por los texanos. La diferencia de veintiséis tantos fue demasiado, por eso se dio un desarrollo muy distendido y en los próximos periodos el tanteador prácticamente no se alteró: 36-35 para Houston en el tercero (104-77) y 26 iguales en el último segmento (130-103).
Houston fue más efectivo en sus lanzamientos (53.7% de campo contra 40.6), donde se destacaron los triples (20/42 y casi un 50% de puntería), y aunque tuvo muchas pérdidas (22 contra solo 13) lo cierto es que el gran dominio en los rebotes maquilló cualquier otra faceta: 51 a 34 en la batalla aérea, con 44 rebotes defensivos casi sin darle segundas chances a New York.
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