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El proceso de recuperación de Gordon Hayward, tras la fea lesión que sufrió en la jornada inaugural de la actual temporada de NBA, se está desarrollando tal como se lo tenían previsto en la organización de los Celtics. En el marco de ese paso a paso, en la jornada de miércoles volvió a entrar al quirófano, pero esta vez debido a que le quitaron la placa y los tornillos de su tobillo y tibia de la pierna izquierda. Este procedimiento era obligatoria para evitar cualquier tipo de irritación, sobre todo en los tendones.

En dicha operación se pudo confirmar que tanto el tobillo como la tibia y el peroné están sólidos y estables, lo que solamente son buenas noticias para una franquicia que recibió el duro golpe de quedar afuera de las Finales apenas hace un puñado de días. De esta manera, el alero podrá volver a practicar dentro de entre 6 y 8 semanas, plazo con el que llegaría en condiciones óptimas para el comienzo del training camp de los Celtics, en vistas a la temporada 2018/19.

En su llegada a Boston, Hayward había firmado un contrato por cuatro años y 128 millones de dólares, aunque en la última temporada del vínculo (2020/21) el jugador tendrá la opción para decidir qué hacer. Seguramente será uno de los "refuerzos" más importantes para los Celtics en la próxima temporada, ya que es un jugador que promedia 15.6 puntos, 4.2 rebotes, 3.4 asistencias y 1.1 robos, en 31.3 minutos en cancha.