Finales NBA

Golden State reapareció en el momento de la verdad y ganó en Toronto

01:06 11/06/2019 | Los Warriors sacaron la chapa del bicampeón y se sobrepusieron a la baja de Kevin Durant: triunfo 106-105 para estampar el 2-3 en la serie.

Toronto Raptors 105 (3) - Golden State Warriors 106 (2)

Nunca hay que subestimar el corazón de un campeón, por más golpeado que se encuentre. Esta noche de lunes esa frase volvió a hacerse presente en los hechos, más precisamente en el Juego 5 de las Finales de la NBA. Los Warriors llegaron con la serie 1-3 en su contra y con un montón de incógnitas en torno al equipo y a las posibilidades de derrotar a unos Raptors que estaban preparados para vivir una noche histórica. Pero el bicampeón de la NBA sacó chapa y logró una victoria memorable 106-105 para darse una vida más y llevar nuevamente la serie a Oakland. Durante el desarrollo del juego se pudieron levantar de la nueva lesión de Kevin Durant y de un cierre de partido feroz por parte de los dueños de casa y especialmente de Kawhi Leonard.

En el inicio del partido todos los focos estuvieron puestos sobre Kevin Durant, pero lamentablemente solo pudo estar 11:57 minutos dentro del campo de juego. Apenas luego de un par de minutos disputados del segundo cuarto, el cuerpo de KD dijo basta: el alero se resintió de su lesión en la pantorrilla de la pierna derecha y se fue directamente al vestuario para no regresar. De hecho, se retiró del estadio en muletas y con una bota ortopédica; este martes se le realizará una resonancia magnética para determinar exactamente la lesión y su nivel de gravedad.

Golden State comenzó mejor, con una efectividad superlativa desde el tiro exterior y con KD sumando. Es cierto que trató de no forzar mucho su físico, pero su simple presencia en la zona débil de las ofensivas ya generaba que las marcas se recostaran cerca de él, creando espacios para sus compañeros. Además clavó los primeros dos triples que intentó y le dio impulso a los de Steve Kerr para terminar el primer cuarto 34-28 arriba en el marcador. Toronto no comenzó con la agresividad que acostumbra y Marc Gasol se hizo eje ofensivo a partir de un arranque caliente y efectivo. La mala noticia fue que tanto Steph Curry, como Klay Thompson y Draymond Green sumaron dos faltas personales cade uno y empezaron a cargarse.

En el arranque del segundo período se produjo la lamentable lesión de KD, pero Golden State pudo sobreponerse a ese baldazo de agua fría y prácticamente mantuvo la diferencia en el marcador a partir de un pasaje integral de DeMarcus Cousins, no solamente anotando, sino que también creando y poniéndose fuerte en los tableros. Steph Curry llegó a sus 18 puntos parciales con un triple y falta que puso la distancia máxima para la visita en 13 puntos (52-39). Pero Toronto achicó la brecha al entretiempo a partir de la capacidad que tuvieron para generar libres y sumar por esa vía, especialmente a partir de Kawhi Leonard y Kyle Lowry.

En el complemento ajustaron las defensas y el goleo cayó, así como también los porcentajes. La tendencia fue que los Warriors se mantuvieron por encima de su rival en el marcador, pero los Warriors poco a poco empezaron a limar la diferencia y pudieron dar el gran golpe a falta de un puñado de minutos para el cierre: Kawhi clavó 10 puntos seguidos en un lapso de tres minutos y fue clave para dar vuelta la acciones y poner al frente 103-97 a los canadiense. Pero a partir de ese momento sintieron la presión de tener en sus manos la responsabilidad de cerrar el juego para ser campeones, ni más ni menos. No se cayó ninguna idea ofensiva y los últimos segundos estuvieron repletos de errores de lectura y pérdidas por ambos juegos, pero Golden State tuvo un plus. 

Comenzó el juego de la misma manera que lo terminó, como si fuera un trámite. Triple de Klay Thompson, triple de Stephen Curry y triple nuevamente de Klay para sellar el 106-105 en Toronto y forzar el sexto punto; para destacar el aporte incalculable de Draymond Green en ese momento caliente. Este grupo multicampeón se sobrepuso a todo, logró escribir otra página dorada de su dinastía y se dio una vida más en su deseo de conseguir el tricampeonato. 

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