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Estados Unidos no venía de dejar una gran imagen en el torneo pese a su invicto y Francia todavía llegaba con el gusto amargo en la boca tras perder ante Australia en el partido más espectacular del torneo. Un cruce en cuartos entre ambos era previsible, aunque podía ser tranquilamente una final por el nivel de ambos. Pero no lo fue, aunque Francia sigue en carrera para estar ahí, tras derrotar a los norteamericanos por 89-79, jugando un inteligentísimo partido defensivo y teniendo en Fournier (22 puntos) y Gobert (21 más 16 rebotes) a dos figuras sensacionales. 

Francia le dejó en claro de entrada a Estados Unidos que iba a buscar ganarle con decisión, con Fournier mostrando su gran uno contra uno y con el indicado impidiéndole el traslado a Walker todo lo posible. Salvo por apariciones individuales de Mitchell y Brown, Estados Unidos siempre jugó incómodo, mostrando una vez más que el juego FIBA, para este nivel de jugadores, a los que no les sobra tanto, no les agrada.

Popovich buscó también incomodar a Francia jugándole con pequeños a los grandes, pero nunca consiguió nada, al contrario. Gobert fue creciendo con el juego y se hizo imparable, hasta totalizar 13 puntos al entretiempo. Francia cada vez enredó más a Estados Unidos con su defensa y Estados Unidos, empecinado, siguió con el uno contra uno de Mitchell y el tiro lejano como variantes. Poco más. Por eso los europeos sacaron una máxima de 8 a segundos del final del segundo cuarto, que terminó 45-39. 

En el entretiempo, Popovich debe haber apretado las clavijas emocionales de sus dirigidos, porque el tercer período fue distinto, sobre todo la segunda mitad, porque Fournier siguió desequilibrando con su tiro, pero Estados Unidos pasó a modo "que resuelva Mitchell" y el jugador de Utah aceptó el desafío. Clavo 14 en el tercer período para un parcial completado en el último cuarto de 18-5, para pasar de estar 6 abajo a 7 arriba: 72-65.

Francia volvió a las fuentes y con su zona defensiva simple pero efectiva, no solo se volvió a poner en partido, sino que pasó al frente 80-76 con parcial de 9-0, aprovechando la tozudez de Kemba Walker de querer tener todo el protagonismo. Estados Unidos se olvidó de Mitchell y por eso, más unas cuantas cosas más que tienen que ver su falta de preparación para un torneo así, más allá del nivel individual de sus jugadores, se quedó afuera de las semifinales. Francia ganó 89-79, Fournier y Gobert la rompieron y ahora se verán las caras contra Argentina el próximo viernes.

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Dongguan, China
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