El presente de Sebastián Figueredo es muy positivo y lo reafirma la posibilidad que se le presentó recientemente para ser el entrenador asistente de Gustavo Fernández en Boca. Esta situación marcará su regreso a la Liga Nacional tras una ausencia de ocho años, algo que no podía dejar pasar. De esta manera, se dividirá entre el Xeneize y la selecciones argentinas formativas. Justamente hace pocos días clasificó a la Argentina U17 al Premundial del próximo año, con la arista de que el equipo terminó perdiendo la final ante una dura camada chilena.
- Que linda oportunidad la que se presenta, esta de ser asistente del Lobito ni más ni menos que en Boca
. La verdad es que fue una oportunidad que se presentó de improviso. No la tenía en los planes sinceramente, porque me iba a abocar 100 por ciento a la selección. Pero salió a último momento esta posibilidad de trabajar junto a Gustavo Fernández, que lo conozco hace tiempo; es un excelente entrenador y una excelente persona. Que me haya dado esta posibilidad fue algo muy importante para mí.
- Entre otros factores, ¿el hecho de que él sea el entrenador te hizo decantar por una respuesta positiva?
. Hay diferentes cuestiones a tener en cuenta. Primero el poder trabajar en una institución como Boca, que sabemos el prestigio y el peso que tiene a nivel internacional. Segundo está la posibilidad de trabajar con el Lobito que, como te decía recién, es un excelente entrenador y persona. Por otro lado, la posibilidad del crecimiento profesional que te brinda una institución como Boca. Esos son algunos de los factores que me inclinaron a tomar la decisión.
- Además es una nueva posibilidad de formar parte de la élite de básquet nacional y para poder afianzarte en la Liga…
. Sí. Mi último paso por el básquet de Liga Nacional fue en la temporada 2009/10, cuando fui asistente de Osvaldo Arduh en Unión de Sunchales. Después no tuve más intervenciones, sí en el TNA y en el Torneo Federal. Esta oportunidad que me llega no es para desperdiciar y hay que aprovecharla al máximo.
- ¿En qué etapa de tu carrera te encuentra esta posibilidad?
. Uno nunca deja de aprender en esto. El objetivo es seguir mejorando, creciendo y lo tomo como una etapa de aprendizaje y de inserción en un medio en el que hace mucho que no estoy. También para empezar a conocer un poco más la categoría y de sacarle el provecho al máximo. Hoy estoy en un momento en el que la edad y mi familia me lo permiten y eso también consolida un poquito la decisión.
- Yendo al Sudamericano U17 de Lima, ¿cuál es tu análisis de la camada argentina?
. Es una camada que tiene proyección, en donde los chicos tienen que entrenar duro y tomar conciencia de las condiciones que tienen. Sus entrenadores y sus clubes también tienen que valorar la posibilidad de tener jugadores con estas condiciones, para que puedan proveer al básquet argentino. Me parece que pasa por ahí. Insisto en que la camada va a marcar un camino importante en las categorías formativas. Es un grupo que tiene lo que nadie: la talla, el talento y varios chicos con mentalidad. Pero hay un factor determinante: el día a día de los pibes. Cuando nosotros vamos a los torneos mostramos, en gran parte, la realidad de nuestro básquet, la realidad de los clubes. Nosotros podemos tener un chico de 2.07 metros, pero si en su club no juego o no entrena como corresponde, nosotros mostramos esa realidad.
- Más allá de que consiguieron el objetivo principal, que es la clasificación al Premundial, ¿se fueron del torneo con un sabor amargo por la final perdida con chile?
. Los que me conocen saben cómo tomo las categorías formativas: para mí el resultado no debe estar por encima del desarrollo. El resultado de hoy no marca cuál será el futuro de una camada o un jugador, porque no es determinante. Lo determinante es el trabajo en el día a día y que lo mantengan en esta etapa de crecimiento. Con respecto al resultado, Chile en esa final fue superior, pero yo te tengo que confirmar que en ningún momento nos salimos del libreto de lo que habíamos planeado. Tal vez si hubiera presentado un equipo o una estrategia diferente hubiésemos tenido alguna chance más de ganar el juego, pero no era el objetivo. La verdad que uno siempre quiere ganar y salir campeón, pero la realidad es esa: mantuvimos una estructura, tratamos de jugar en pos de ella, con los lineamientos y las pautas que veníamos planteando con Silvio Santander y la dirigencia de la CABB. Fuimos respetuosos de ese plan, de esa idea y la verdad que estoy conforme y contento por lo que se logró. Cubre mis expectativas haber llegado a la final, haber clasificado al Premundial y brindarle otra instancia de competencia a este grupo.
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