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La Liga te pone en el lugar que merecés y, por diferentes cuestiones, tanto Ferro como Salta Basket terminaron justificadamente condenados al playoff por la permanencia, la serie que nadie quiere jugar. Ambos tuvieron un alza en su rendimiento en el cierre de la fase regular, atisbos de mejoría de los cuales aferrarse para tomar confianza y competir al nivel más alto posible. El mano a mano, luego del cual solamente uno permanecerá en la élite del básquet nacional, será al mejor de cinco juegos (formato 2-2-1) y comenzará el miércoles 9 de mayo en el estadio Héctor Etchart, ya que el Verdolaga se quedó con la ventaja de localía. 

A su vez, Ferro ganó los dos partidos que disputaron en el marco de la actual Liga. Pero la postemporada es un mundo aparte y existen muchas más cosas en juego que solamente los dos puntos. Los de Caballito tuvieron un buen comienzo de año, al mando de Ariel Rearte, ya que ganaron cuatro de los primeros cinco. Pero a partir de ese momento comenzó la irregularidad y llegaron a los primeros 10 partidos con un balance 5-5. Desde ahí, nunca más pudo reponerse y eso decantó en el cambio de DT y la llegada de Hernán Laginestra. Pero no pudo enderezar el rumbo.

La doble competencia fue positiva y negativa al mismo tiempo, ya que en la Liga de las Américas desplegaron su mejor juego colectivo e individual, pero al mismo tiempo generó que el cansancio acumulado repercutiera en malos resultados ligueros: Ferro tuvo una racha negativa de 12 derrotas consecutivas. Sin embargo el principal déficit del equipo fue que casi nunca pudo estar completo, ya sea por lesiones o porque las incorporaciones no encajaban. El caso más llamativo fue el de Josh Selby, quien solo duró un partido. Recién en el cierre de la temporada pudo empezar a reencontrarse con su esencia: intensidad, sobre todo defensiva, y buen manejo de balón en ataque, lo que va de la mano con la frescura que permite la posibilidad de tener la rotación completa.

Justamente ese tema fue con el que estuvo luchando Salta Basket en el cierre de la temporada regular, ya que no pudo estar completo en un momento clave, ya sea por lesión (caso Diego Gerbaudo) o por licencia (Ricky Harris) de alguno de sus jugadores. Salta sabe que va a jugar el playout desde hace algunas semanas, mientras que lo de Ferro se confirmó en las últimas horas y esa puede llegar a ser una ventaja desde el aspecto mental para los Infernales, según nos comentó su entrenador Leandro Hiriart, quien tomó el mando en los últimos dos partidos tras la salida de Ricardo De Cecco por motivos personales.

Los ajustes que han llevado a cabo los salteños tienen que ver con tratar de acelerar el ritmo de las posesiones cada vez que se pueda para mejorar en uno de sus déficits: los puntos en transición. También otras de las metas es mejorar el porcentaje desde el triple, a partir de un plan de juego que vaya desde adentro hacia afuera en el costado ofensivo. Sin embargo, lo primordial será llegar completos al playoff por la permanencia, algo que estiman que lograrán en tiempo y forma, sino estarían dando mucha ventaja, que podría exponerse en el cansancio acumulado de los minutos finales cierre del juego, tal como sucedió con Quilmes.

Los números del playout: