Basquetplus.com

Los deportes suelen tener su lógica. Normalmente, el mejor equipo es el que gana y los que hacen las cosas bien cuentan con más chances de ser exitosos. Sin embargo, hay casos en los que quienes se enfrentan pertenecen a la élite de la élite. Y, en ciertas ocasiones, todo se define por pequeñísimos detalles. Un tiro errado, otro anotado en el momento justo y el resultado cambia para siempre. Eso fue exactamente lo que sucedió hace siete años en las Finales de 2013. ¿El protagonista?  Nada menos que Ray Allen.

El escolta ha sido reconocido como uno de los mejores tiradores de todos los tiempos. Y, a pesar que sus años anteriores indican que fue mucho más que eso,  aquel catálogo se podría ajustar a la perfección en esta situación. Ocurrió en los segundos finales del sexto partido entre San Antonio Spurs y Miami Heat, con estos últimos a punto de sufrir la derrota que los dejaría sin título.

Como si se tratara de un guión hollywoodense, la historia cambió drásticamente. Tres puntos de ventaja en el marcador para los Spurs, pero la pelota en manos de LeBron James a falta de unos pocos segundos. El triple que no entra, pero que desemboca en un rebote ofensivo ganado por Chris Bosh. La bola que va hacia Allen, quien entiende absolutamente todo: casi como un acto reflejo, camina hacia atrás para lanzar desde el perímetro y no caer en el error de embocar un doble sin valor alguno. Se eleva y ejecuta, ante la mirada de todo el plantel rival y de miles de personas en las gradas del estadio de Miami. El tiempo se detiene, como si estuviera claro que ese tiro fuera a cambiar el destino. Y entra. 95-95, con cinco segundos en el reloj.

Ya nada fue igual. El partido se fue a overtime y el Heat logró imponerse. En el séptimo y definitivo, las aspiraciones de los dirigidos por Gregg Popovich desaparecieron ante la confianza de los de Erik Spoelstra. Fue un giro de timón impensado, que sólo podría haber ocurrido de esa forma en la NBA. Un triple que efectivamente valió un campeonato y que, con el paso de los años, se vuelve cada vez más increíble.

Leandro Carranza | [email protected]
En Twitter: @basquetplus | En Twitter: @leocarranza99