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A Serbia le sobra calidad en sus jugadores para poder soñar con derrotar a Estados Unidos, su verdugo en la final del Mundial de España 2014 y en la misma instancia, en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Y los dos son los grandes candidatos a llegar lejos en la próxima Copa del Mundo.

La meta para Serbia y su entrenador Djordjevic, después del subcampeonato en el último Eurobasket, donde cayó en la final ante la Eslovenia de Doncic y Dragic, parece ser uno solo: “Respetamos a todos los oponentes, pero queremos ganar todos los partidos. El objetivo siempre es el mismo: ganar una medalla. No estoy diciendo que siempre llegaremos al podio, pero tiene que ser un objetivo.”

Pero para levantar la copa, deberán ir partido a partido. Su camino en China iniciará en el Grupo D, junto a Italia, Angola y Filipinas. El coach que fue campeón del mundo en 1998 con Yugoslavia, analizó a sus tres rivales: “Italia es un equipo con una tradición, con el deseo de demostrar su fortaleza. Angola es un equipo atlético, fuerte, hambriento de éxito en la escena internacional. Han sido dominantes en África desde hace algunos años. Y Filipinas es un país con la mayor pasión por el baloncesto, llena de sorpresas y con algunos jugadores de la NBA”.

Serbia fue uno de los países más afectados por el nuevo sistema de Ventanas FIBA, que lo privó de contar con sus máximas figuras de la NBA y la Euroliga, y lo llevó a conseguir su boleto para China en el último juego. Sin embargo, Djordjevic tiene en claro qué clase de jugadores busca para su seleccionado: “Tengo la obligación de poner en la lista a nuestros mejores jugadores. Lo dije hace mucho tiempo: la única razón por la que acepto una renuncia es una lesión. Esta camiseta no tolera errores. Nuestra responsabilidad es 10 veces más grande que otros equipos”.