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Dennis Rodman, el jugador más polémico en la historia de la NBA

16:51 20/03/2020 | Fue jugador clave en los campeonatos de Pistons y Bulls. Se la pasaba de fiesta y la rompía en la cancha. Vivió mil vidas en una. Es y será único.

Rodman fue especial (Foto: NBA)

Su papá lo abandonó a los tres años. A los 19 ya lo habían arrestado y había sido vagabundo. Renunció a la universidad unos años después. Un entrenador lo cambió todo. Se labró una carrera en la NBA mientras se emborrachaba y salía de fiesta diariamente. Fue modelo, diplomático, amigo, padre y jugador. Vivió mil vidas en una y su nombre es Dennis Rodman. 

Duros comienzos

Dennis nació un 13 de mayo de 1961 y sus papás son Shirley y Philander Rodman, un miembro de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. Su padre nunca fue parte de su vida y lo abandonó cuando tenía tres años, debido a que lo habían enviado a una misión en Filipinas. ¿Un detalle? En 2012, Philander quiso conocer a su hijo y, en una conversación con un periodista, comentó que tuvo aproximadamente 29 hijos con 16 mujeres distintas. 

Volviendo a la historia, la familia Rodman debió mudarse a Dallas luego de que Philander los abandonara. No tenían mucho dinero y para colmo Shirley no era muy cariñosa. Esto afectó a Dennis gravemente en el futuro, ya que múltiples veces confesó que le faltó amor en su niñez. En esa épica, su mamá tuvo que tener cuatro trabajos distintos para mantener a Dennis y a las dos hermanas que vivían con ellos, Debra y Kim. 

De mal... en peor

En el deporte tampoco le iba bien, no era alto ni atlético. Prácticamente no jugaba en el equipo de básquet y lo cortaron del equipo de fútbol americano, lo cual lo devastó. Sin presente ni futuro, Rodman consiguió al finalizar el colegio un trabajo de limpieza en el Aeropuerto de Dallas. En ese preciso momento todo se derrumbó. Mientras estaba de turno un día, decidió robar 50 relojes, los cuales luego se los regaló a sus amigos. La policía no tardó mucho en encontrar culpable y Dennis fue arrestado un tiempo después. 

Afortunadamente, sus amigos devolvieron los relojes y él quedó en libertad, pero el daño ya estaba realizado y su mamá lo hecho de casa cuando apenas tenía 19 años. La vida otra vez le pegaba una patada y él no podía hacer nada.  

No obstante, el destino le tenía preparado un plan: empezó a crecer de altura y su talento con la naranja comenzó a surgir. Recibió una beca deportiva para jugar en Cooke County College y allí simplemente la rompió, pero por bajos promedios académicos debió dejar la universidad tras apenas unos cuantos meses.  

Nuevos horizontes

Tras dejar la universidad Dennis se encontró de nuevo en la calle, otra vez sin futuro ni rumbo. Todo cambió cuando un entrenador le dio una segunda y última oportunidad. Lo reclutaron para Southeastern Oklahoma. ¡Esta era su última chance y no la podía desperdiciar! 

No sólo el básquet le dio otra oportunidad, sino que también la vida le comenzó a sonreír En un campus se hizo amigo de Bryne Rich. Él también tuvo un duro pasado (había matado sin querer a su amigo mientras cazaban) y paulatinamente se unieron para formar un lazo especial. Tal fue su conexión que Dennis empezó a pasar mucho tiempo con la familia de Rich 

Finalmente, la familia del pequeño lo invitó a vivir en su granja, y Dennis aceptó la petición sin dudar. Se pasaba los días manejando tractores y ordeñando vacas, evitando la violencia usual a la que estaba acostumbrado. 

Rich comenzó a llamarle Gusano a Dennis, por su largo cuerpo y por su habilidad para retorcerse mientras jugaba al pinball. Era un chico de color en el seno de una familia blanca de los suburbios. A nadie de la familia le importaba, sólo querían verlo bien.  

Hora de ganar dinero

Rodman por primera vez en su vida tenía estabilidad, amor y futuro, por lo que, saludable de mente y alma, decidió presentarse al Draft de la NBA en 1986. Detroit Pistons se arriesgó y, a pesar de la mala fama de Dennis, lo eligió en el pick 27. El Gusano llegaría a los picantes Bad Boys de Thomas y Daly. Cuajaría como la manteca en el pan. 

En su primera temporada fue eficiente y supo aprovechar sus participaciones, promediando 6.5 puntos, 4.7 rebotes y mucha defensa en 15.0 minutos en cancha. Sangre, sudor y lágrimas, ADN de Dennis y Pistons 

En su segunda temporada volvió a mostrarse sólido y promedió 11.6 puntos y 8.7 rebotes, pero Pistons perdió nuevamente en playoffs, esta vez en las finales ante Lakers. En las próximas dos campañas tendría más minutos y Detroit finalmente conseguiría no uno, sino dos anillos.  

La carrera de Rodman continuó bien hasta que en 1992 comenzaron los problemas. El disparador fue la renuncia de Chuck Daly, su mentor en Pistons. Dennis lo admiraba y quería como un padre y tras su partida no quiso saber más nada con el básquet. Desde ese momento comenzó su caída libre. Primero no se presentó al Training Camp y lo multaron con 68.000 dólares Luego ocurrió lo peor: lo encontraron durmiendo con un rifle en su baúl. Pensó en suicidarse. 

Años después el Gusano comentó que cuando tenía el arma en su auto tuvo una epifanía. "Decidí que en vez de matarme iba a asesinar al impostor que había dentro mío", confesó. Desde ese momento otra vez volvió a mejorar, fichó con Spurs y empezó a ser el defensor de siempre. En San Antonio comenzó a dar rienda suelta a su verdadera personalidad. En el partido debut de la temporada, Dennis se tiñó por primera vez el pelo de rubio. En la cancha lo usual, un dominador desde el rebote y la defensa. 

A pesar de todo sus comportamientos oscuros volvieron a aparecer. Salió con Madonna por unos meses, tuvo varías suspensiones por malos tratos con rivales y árbitros y de a poco los dirigentes de la franquicia lo comenzaron a marginar hasta que, tras disputar apenas 49 juegos en la regular en la 1994/95, terminó armando sus propias valijas y dejando a Spurs luego de ser eliminados en playoffs. 

La mejor etapa de su carrera

Se fue vía traspaso y saltó de conferencia para llegar a los Chicago Bulls de Jordan, Pippen y Jackson. Todos tenían sus dudas y nadie creía que los de la Ciudad del Viento domarían a Rodman. Además, fuera de la cancha estaba en su mejor momento y era una estrella mediática a la altura de Jordan. Algunos incluso dicen que, en su etapa con Chicago, fue aún más trascendental que Michael fuera el rectángulo de juego.

La percepción se derrumbó en el primer partido de la temporada 1995/96. Esa campaña los toros ganaron 72 de los 82 partidos de la temporada regular. Dominaron a todos y salieron campeones no sólo en 1996, también en 1997 y en 1998. En Bulls fue la tercera espada, el ladero perfecto de Jordan y Pippen Nuevamente con sangre, sudor y lágrimas. 

A su vez, en Bulls finalmente se convirtió en todo lo que quería ser. Su rutina era jugar, salir, emborracharse y levantarse temprano para entrenar. Nadie sabía cómo lo hacía, pero siempre estaba activo y al 100% Hasta se dio el lujo de vestirse de novia en la presentación de su libro.  

Caída libre

Después de la temporada 1997/98, los Bulls comenzaron una reconstrucción. Phil Jackson y varios miembros del equipo se fueron por agencia libre o se retiraron, incluidos Michael JordanScottie Pippen, Steve Kerr y Jud Buechler Rodman fue liberado el 21 de enero de 1999. Con su hermana actuando como su agente en ese momento, Rodman se unió a Los Angeles Lakers, por un salario prorrateado para el resto de la temporada 1998/99. Con los californianos sólo jugó 23 partidos y luego fue liberado. 

En la temporada 1999/00, llegó su última chance en la NBA los Mavericks lo ficharon, pero allí volvió a decepcionar. Disputó apenas 12 partidos, recibió seis faltas técnicas, fue expulsado dos veces y cumplió una suspensión de un juego. Alienó a la franquicia con su comportamiento errático hasta que se renunció nuevamente. Steve Nash comentó que Rodman "nunca quiso ser un rebelde" y, por lo tanto, no estaba motivado. 

La vida en su máxima expresión

Luego de su retiro vino la mejor parte, que es digna de un libro y otra historia aparte. Intentó volver a jugar, se peleó con su familia, entró en rehabilitación por su alcoholismo y hasta fue amigo de Kim Jong-un y diplomático.  

Su infancia lo marcó para siempre, en el buen y el mal sentido. Fue rebelde, auténtico y problemático hasta el punto en el que su propia esencia indómita lo terminó domando. Tan malo como pudo haber sido. Simplemente Dennis Rodman, no hacen falta más presentaciones. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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