Es un rumor, pero dentro de ese versionado vale decir que hay varias cosas ciertas. DeMarcus Cousins sigue sumergido dentro de los comentarios que alegan un posible traspaso, y dentro de ese torbellino de rumores apareció la cancha de que el dominante pivote encuentre su próximo destino en Dallas Mavericks.
El centro de Sacramento Kings está bajo la lupa. Los californianos ya han dado a entender que tienen intenciones de desprenderse del jugador sobre todo por sus constantes problemas de disciplina, donde nunca ha podido cumplir el papel de conductor o líder que la franquicia espera.
Es cierto que es el gran faro de un equipo discreto, pero si no es capaz de reencausar el rumbo de Sacramento y asumir un rol que haga crecer a sus compañeros la idea de traspasarlo siempre estará ligada.
No es para menos y Sacramento tiene ciertos justificativos. Es cierto que toda la responsabilidad no debe recaer en Cousins, pero los récords de los Kings en estos siete donde ha contado con el pivote no han sido nada positivos (llegó para la 2010/11 y desde entonces los récords de la franquicia año tras año fueron 24-58, 22-44, 28-54, 28-54, 29-53, 33-49 y ahora 7-11). Los males no son todo de Cousins, obviamente, pero los Kings creen que es momento de comenzar desde cero.
En el horizonte apareció la posibilidad de que Dallas termine negociando por Cousins, recordando la compleja situación que los texanos padecen en lo deportivo (últimos en el Oeste con récord de 3-15). De hecho las charlas ya habrían comenzado hace algunos días. De todas formas, Cousins se desentendió un poco de la situación.
"Es lo que hay. La mayoría de los rumores vienen de personas que me quieren en su equipo y por eso es algo que no me molesta en absoluto. Sé que es parte del negocio", dijo el jugador de Sacramento a CSNNE.
"Tengo todavía por delante esta temporada y la siguiente de mi contrato con Sacramento. Y ahora mismo solo me concentro en trabajar con estos muchachos para ganar partidos y alcanzar los playoffs. No hay más", agregó.