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La jornada 18 de la Liga ACB enfrentó a dos vecinos de la Comunidad de Madrid en el Palacio de los Deportes. En el inicio sorprendió el Fuenlabrada que aprovechó el frio comienzo del Merengue y su bajo porcentaje de tiros de campo, para escaparse en el marcador. Con un parcial de 20-4 a su favor, el conjunto visitante cerró el chico mandando en el marcador por 27-12.

El segundo cuarto comenzó dinámico, con ofensivas más cortas. El Real Madrid aumentó el ritmo en busca de descontar, por ejemplo, llegó a convertir una canasta en dos segundos y con un solo pase, de aro a aro. Después de 5 triples en más de medio período, el conjunto local achichó la diferencia a un doble (35-37), para pasar al frente antes del final de la primera parte. Pese a no mostrar un nivel superlativo, no tuvo pérdidas en el período y movió inteligentemente la pelota, que decantó un parcial de 31-13.

Luego del descanso largo, la paridad se mantuvo; como también la utilización de los tiros exteriores. Pero el conjunto de Campazzo pudo tomar una luz de ventaja importante por primera vez en el juego gracias a una mejor defensa. Randolph fue el encargado de proteger mejor su zona pintada, también hizo su aporte en ataque, y su equipo se despegó en el tablero electrónico de cara al epílogo.

Un arranque furioso del Fuenlabrada los colocó a sólo un doble y a 5m30s pasó al frente (71-72). Para disipar las dudas y ordenar los ataques Merengues, aparecieron Facu Campazzo y Sergio Llull. Ellos alimentaron a los tiradores, que aparecieron en el momento indicado para liquidar el pleito.