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Rudy Fernández le dio otra victoria al Real Madrid en el complicado estadio del Panathinaikos. Con un triple que venció al tiempo y la chicharra, el conjunto madrileño concretó la proeza de dar vuelta un juego que comenzó difícil para ellos. En el arranque el conjunto griego se hizo dueño de las acciones e incomodó a los de Pablo Laso. Los Merengues tuvieron 5 pérdidas en el primer cuarto y un bajo 26.7% de tiros de campo, que fueron aprovechados por el Panathinaikos para ganar el parcial 32-14.

De ahí en adelante, el Real Madrid trabajó firme en su objetivo de recortar diferencias en el tanteador. Un pionero de la remontada fue Facu Campazzo, que comenzó el segundo período con un rebote defensivo y un tiro de tres para achicar a 15 la distancia; además, un Tavares muy efectivo para lanzar y tenaz en los tableros ayudó a los de la capital española a llegar al entretiempo abajo por 10.

En la reanudación, el local continuaba perdido y con la pólvora mojada, mientras que en los Merengues Tabares seguía encendido en su fase rebotera y también aportó puntos. Los de Laso quisieron encontrar un atajo para recortar la distancia con tiros desde el perímetro, pero el 4/10 que tuvieron en el 3C no los dejó pasar al frente ante un conjunto griego que resistía.

En el desenlace, con nerviosismo por cerrar el juego de la mejor manera, pesaron los tiros libres –donde el Madrid se mostró seguro y casi no tuvo errores– y los nervios de acero de Rudy Fernández, que encestó un triple con el cuerpo desarmado que derrotó al reloj para que el Madrid pase al frente después de estar siempre en desventaja. Así los de Laso sumaron su victoria 22, que también es festejada por el Baskonia que piensa en pasar de fase y juega mañana ante Anadolu Efes.