Brad Stevens le ganó el duelo a Tyronn Lue en el Juego 1 de las finales del Este y de una manera abrumadora. El entrenador de Boston tuvo una respuesta efectiva ante cada propuesta del coach de los Cavs, algo que no sucedió a la inversa. Los Celtics ganaron 108-83, dominaron y por momentos sacaron de la cancha a unos Cavs que casi nunca pudieron correr ni encontrar los caminos de vulnerar a una defensa que mostró una intensidad y concentración superlativas. A su vez, los dueños de casa aprovecharon cada vez que Horford se enfrentó ante Love en la posición de pivote, para alimentarlo y así sacar diferencia en la pintura. El dominicano terminó con 20 puntos y 6 asistencias; fue bien secundado por Jaylen Brown (23 puntos y 8 rebotes) y Marcus Morris (21 puntos y 10 rebotes). Igualmente la principal virtud de los de Stevens fue el juego colectivo y la exquisita rotación de balón que desplegaron. En el otro lado, LeBron estuvo limitado y aportó 15 puntos, con 9 asistencias (7 pérdidas) y 7 rebotes. Los porcentajes de la visita fueron del 36 por ciento de campo y del 15 por ciento desde el triple.
Los dos equipos salieron con alineaciones bajas, es decir con Kevin Love y Al Horford en el puesto de pivote. Esta ecuación favoreció al dominicano, que lo atacó desde un primer momento y generó una enorme supremacía en la pintura. En tanto Morris, uno de los mejores jugadores en defender a LeBron entre los equipos que siguen en carrera, sumó su segunda falta en apenas tres minutos de juego y generaba un problema temprano. Igualmente, los Cavs tuvieron muchos problemas ante la defensa y la intensidad propuesta por los dueños de casa. De esta manera, los Celtics metieron un enorme parcial 17-0 para adelantarse 21-7 en los primeros siete minutos del juego (11 de Horford), tras el que ingresó Tristan Thompson. En respuesta, Stevens mandó a Baynes a la cancha. El liderazgo se mantuvo y hasta se incrementó en el resto del primer cuarto, a un punto tal que Boston terminó doblegando a Cleveland: 36-18.
Lue inició el segundo tiempo con una formación más alta: Love y Thompson en cancha. Por su parte, Stevens también ajustó y mandó al tridente Morris-Horford-Baynes, en el marco de un juego con un enorme tinte táctico. En los primeros minutos de este 2C se lo vio un poco mejorado a los Cavaliers, desde atrás para adelante, pero siguieron sin encontrar efectividad en el aro contrario. Boston trabajó muy en el ataque estacionado de Cleveland y en los cambios de marca, sobre todo sobre LeBron James. Así los Verdes fundamentaron su hegemonía en el juego, que, a su vez, se siguió incrementando en el marcador a causa de un fantástico momento ofensivo, sobre todo de Jaylen Brown y del rookie Jayson Tatum, quien a pura agresividad dominó a JR Smith. Varios elementos brillaron en base al juego colectivo y la rotación, que le creó enormes dudas a la defensa de los Cavs y a cuándo poner las respectivas ayudas. Realmente el primer tiempo fue un festival de Boston, tanto en defensa como en ataque, que obviamente se tradujo en el marcador: 61-35. Por su parte, Cleveland se fue al descanso con 0/12 desde el triple y LeBron con apenas 7 puntos (3/8 de campo).
Horford comenzó el segundo tiempo igual de encendido, con cuatro puntos consecutivos sobre la defensa de Love. Por su parte, los Cavs pudieron por fin convertir desde el triple tras 14 intentos y lo hicieron por duplicado, para acercarse 67-47 tras cinco minutos de acción. Hubo una reacción de la visita, a partir del aprovechamiento de que Boston bajó una marcha en su andar, lo que generó un tiempo inmediato por parte de Stevens. Pero Boston siguió fallando y generando que Cleveland pudiera empezar a correr la cancha y a castigar desde esa situación. En este pasaje, los triples le permitieron mantenerse con la ventaja con la que habían iniciado el cuarto, ya que el juego colectivo y de rotación se resintió un poco. Con una rotación corta (8 jugadores), es difícil mantener durante 48 puntos un nivel de intensidad top y los Cavaliers y LeBron James (8 puntos en el 3C) empezaron a crecer. De esta manera, la visita descontó gracias a un parcial 29-17 en el tercer cuarto, el cual culminó 64-78 abajo en el tanteador, pero con otra perspectiva de cara a los 12 minutos finales.
Sin embargo, la ilusión de los Cavaliers se esfumó en apenas 70 segundos, a partir de un parcial 7-0 en favor de Boston. Los locales mejoraron y no le dieron margen a una remontada a los Cavs, a un punto tal que metieron un parcial 18-4 en apenas cinco minutos del último cuarto. La rotación ofensiva permitió tiros cómodos y varios triples, así como también la imposibilidad de Cleveland para correr la cancha. Los minutos finales fueron los generalmente reconocidos como basura, en los que entró el fondo de la rotación de ambos equipos y descansaron las principales figuras. El marcador final fue 108-83, con el que los Celtics pisaron fuerte en el comienzo de estas finales del Este y sentaron un precedente de cara al Juego 2, que se disputará nuevamente en Boston el martes, desde las 21:30 de Argentina.
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