Hispano 74 - Boca 77
El inicio del partido fue trabado y deslucido: las defensas individuales se impusieron y generaron ofensivas incómodas, con pocos espacios para maniobrar. A su vez, cuando se pudo correr ninguno de los equipos pudo sumar los denominados puntos fáciles. Tanto Hispano como Boca se recostaron en el tiro de tres puntos, pero no encontraron efectividad, lo que terminó por configurar un primer cuarto con un goleo bajo: 16-14 para los dueños de casa. Pato Tabárez (5 puntos) y Jasiel Rivero (8 puntos), los más determinantes en el inicio.
En el segundo período, los de Río Gallegos dieron un paso adelante en cuanto a la agresividad que le imprimieron al juego. Poco a poco, Devon Scott comenzó a hacerse fuerte en el poste bajo, a sacar faltas personales de sus marcadores y a facturar desde la línea de libres; también demostró buena visión de juego y una conexión rápida con Nico Paletta. Por su parte, Boca se mantuvo estático en ofensiva y pecó en lateralizar demasiado el juego, por lo que siguió recurriendo sin éxito al tiro exterior (3/17 en la primera mitad). Igualmente en los segundos finales pudieron aprovechar desconcentraciones del Celeste y meter una rachita 4-0 para acercarse y maquillar el tanteador. El primer tiempo fue 33-27 para los de Marcelo Richotti.
Hispano arrancó el complemento con dos bombazos de Hurtt que le dieron la máxima de 12 puntos (39-27). No obstante, Boca demostró otra intensidad en la primera posesión que tuvo, en la que fue bien profundo para llegar al aro... Ese síntoma se transformó en una realidad en los primeros minutos del tercer cuarto, uno de los mejores momentos del Xeneize. Con dos triples de Adrián Boccia y un volcadón de Rivero, en un abrir y cerrar de ojos, los de Guille Narvarte se pusieron a uno (38-39). La marea xeneize se mantuvo, pero cuando parecía que Hispano se ahogaba, aparecieron cuatro triples en fila (Tabárez, Paletta y Hure x2) y el local volvió a abrir una brecha: 53-45, a falta de tres minutos. Por problemas de faltas, Devon Scott pasó más tiempo en el banco que en la cancha; Boca aprovechó esa falta de peso interior y se volvió a acercar en las posesiones finales: 51-55.
El Xeneize metió un parcial 5-0 para tomar el liderazgo (56-55) en un puñado de posesiones. En ese momento de urgencia volvió a aparecer el triple en el equipo patagónico: dos seguidos de Carlos Buenos lo puso de nuevo al frente (61-56) y le dio un poco de aire y tranquilidad. Pero Boca ya había encontrado su ritmo y estaba más cómodo dentro de la cancha, sobre todo a partir de la supremacía generada por Jasiel Rivero y de las rapidísimas transiciones entre defensa y ataque, que castigaron los malos balances del local. A partir de la intensidad defensiva y con el cubano Rivero (30 puntos) y Boccia (22 puntos), como líderes ofensivos, Boca sacó adelante un partido durísimo ante Hispano (77-74), en el que tuvo más carácter que juego.
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