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Con la posibilidad de cerrar la serie y dar una de las gratas sorpresas de la temporada, Bahía Basket recibe a Peñarol desde las 21 horas, con la semifinal del Sur en su favor por 2-1. El partido no tendrá hinchas visitantes por los incidentes ocurridos en el tercer punto y será dirigido por Fernando Sampietro, Fabricio Vito y Oscar Brítez. En la final de la Conferencia, ya espera San Lorenzo.

El equipo de Ginóbili dio el golpe en el primer partido en Mar del Plata (90-82) y tras caer en el segundo (77-67), volvió a demostrar su excelente presente, con una victoria contundente en el tercero (87-76). Los bahienses dominaron el ritmo del encuentro y estuvieron al frente prácticamente de punta a punta.

"Me parece que manejamos el ritmo del partido en todo momento", nos cuenta Sebastián Ginóbili. "Jugamos muy duro atrás y eso nos permitió tener la facilidad para poder correr la cancha y anotar con superioridad númerica en gran parte del juego. Después ellos se pusieron un poco más agresivos defensivamente y nos costó un poquito, pero en líneas generales, lo que más me gustó fue que manejamos el ritmo del partido y tuvimos una intensidad muy importante para jugar".

Está claro que cuando puede imponer su velocidad de juego, Bahía es muy difícil de vencer. Especialmente para un Peñarol que llegó al cruce muy limitado desde lo físico y que no está pudiendo contar con Leonardo Gutiérrez, afectado por un desgarro, además de varios otros jugadores lejos del 100% (Brussino, Sahdi, Moss y Figueroa). Su rival, no tiene lesionados, más allá de las complicaciones que acarrea Hernán Jasen desde hace un tiempo (contractura en el isquiotibial izquierdo).

Bahía está sacando provecho de esa situación y por ahora, dominando la serie con su velocidad. Si los marplatenses quieren tener chances de reacción, deben cambiar el rimto y hacer que el trámite sea mucho más trabado. Para eso, deben cuidar el balón, realizar buenas transiciones y asegurarse que el juego se desarrolle lo más posible en la media-cancha. Si lo logran, la serie puede volver al Islas Malvinas.

Otro punto importante para el dueño de casa, es que está consiguiendo aportes decisivos de casi todo su plantel. Si bien Lucio Redivo es el máximo anotador del cruce, con 18,3 puntos de media, otros cinco jugadores (Whelan, Johnson, Levy y los hermanos Vaulet) promedian 8 o más puntos. Bahía está promediando 81,3 tantos por juego, bastante por encima de sus números habituales.

En el caso de los dirigidos por Sergio Hernández, lo más importante pasa por buscar una mejoría en el costado defensivo. Sin embargo, para lograrlo deberán también estar más cuidadosos en ataque y bajar sus pérdidas (están perdiendo 14,3 por encuentro). Si bien está lejos de su mejor forma física, el Milrayitas también precisa más de su mejor jugador ofensivo, Nicolás Brussino, quien promedia 8 puntos en esta semifinal.

De esta manera, todo está listo para un partido que promete ser decisivo. Peñarol no tiene mañana y si bien Bahía podría recurrir a un quinto punto, sabe que si deja pasar esta chance, luego le será sumamente complicado volver a ganar en Mar del Plata. ¿Cómo reaccionarán los jóvenes ante la presión? Difícil saberlo, pero si nos guiamos por la serie ante Argentino y lo hecho durante toda la 2015/16, ese no debería ser un problema.

Libertad quiere sumarle un capítulo más a una temporada que ha tenido mucho de épica, cuando reciba desde las 21 horas a Olímpico, que tiene su segunda chance de liquidar la serie en Sunchales. El encuentro contará con el arbitraje de Alejandro Chiti, Daniel Rodrigo y Jorge Chávez.

Luego de estar lejos en los dos partidos en La Banda (-22 y -14), el equipo de Müller reaccionó en casa en el tercero, imponiéndose por 92 a 78. El Tigre mejoró en todos los aspectos: subió sus porcentajes ofensivos, pero también tuvo una presencia mucho más sólida en defensa.

Olímpico tuvo demasiada soltura en los partidos como local y al contar con tantos tiradores y atletas, los santafesinos saben que esa es una fórmula letal que no pueden volver a permitir. En el tercero, el juego se disputó más en la media-cancha y Libertad sacó provecho de algunas situaciones claves, para tomar el control.

Quizá lo más importante haya tenido que ver con la decisión marcada de intentar cargar a Justin Williams de faltas. Está claro que Olímpico es un equipo con y otro sin él en cancha, y los de Müller lo saben. La estrategia de forzar con Alloatti sobre su marca fue tan clara como eficiente, cargando de cuatro infracciones al estadounidense durante el tercer período.

"Creemos que es un jugador sumamente importante en ambos costados para Olímpico", dice Alloatti sobre Williams. "La idea fue un poco tratar de jugar contra él, para que tenga que ponerse un poco también. Lo hicimos bien, lo pudimos contener y logramos jugar un poco más interior. La verdad que Williams es un monstruo. Es muy difícil jugar en su contra. No pasan jugadores como él por la Liga, la verdad que no recuerdo otro así".

Más allá de que en los papeles Olímpico sigue siendo el claro favorito a llegar a la final del Norte, sabe que no puede confiarse. Libertad ha tenido varias resurrecciones durante la Liga y si los de Duró juegan con la poca concentración que lo hicieron en momentos del tercer duelo, la serie tranquilamente podría volver empatada a Santiago.

Desde lo físico, no hay complicaciones ni lesiones que lamentar. Los dos entrenadores cuentan con sus planteles al tope de las posibilidades, tal cual lo vienen haciendo a lo largo de toda esta serie.

¿Podrá Libertad repetir la tarea del miércoles?, ¿u Olímpico recuperará el dominio de los primeros dos choques? Desde las 21 horas estas preguntas encontrarán sus respuestas, mientras La Unión de Formosa espera atento y expectante en la final del Norte.