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Boca es uno de los clubes que más nos han complicado la elección del quinteto histórico. Demasiados buenos jugadores han pasado por su historia y muchos, obviamente, han quedado afuera. Pero nos bancamos las críticas y arrancamos. 

Ya en la base tuvimos muchos problemas. Terminamos eligiendo a Raimundo Legaria por ser el más importante en alguno de los tres títulos de Boca en su historia, pero pudo haber sido cualquiera, desde el Lobito Fernández a Alejandro Montecchia, pasando por Maxi Stanic, Tato Rodríguez o el ídolo local, Paco Festa. 

Como escolta, otro tanto, aunque acá Paolo Quinteros saca ventajas porque tuvo 3 temporadas muy buenas en el equipo xeneize, y eso que luchó contra pesos pesados como Pichi Campana, Eddie Casiano, Robert Siler o Ariel Bernardini.

Como alero no hay discusión: Byron Wilson se lleva el premio sin dudas, pese a que Boca ha tenido otros dos grandes jugadores en esa posición, como Esteban De la Fuente o, actualmente, Adrián Boccia. 

El ala pivote, por una cuestión de títulos e injerencia en ese campeonato, se lo lleva Leonardo Gutiérrez, determinante en la 2006/07 para ganar el campeonato, el último de Boca en su historia, pero podría haber ido a Jerome Mincy o a Matías Sandes, que sigue en el club y es el jugador con más partidos en el club en la Liga. Otro crack del puesto fue Lázaro Borrel, en su único año fuera de Obras.

Como pivote, también se abrió discusión interna, pero nos quedamos con Martín Leiva, que volvió al club como Matías Sandes y que fue protagonista tanto de los primeros logros en la etapa de Sergio Hernández, como en la 2006/07. Cerquita quedó el pivote del primer Boca campeón (Luis Villar), Gabriel Fernández y el Colorado Wolkowyski.