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Se sabe que en el mundo del básquetbol FIBA, nuestro bello deporte no es un gran negocio. Sin embargo, mueve cantidades de dinero muy altas, sobre todo en la Euroliga, donde se concentran los clubes más poderosos del continente. 

Los clubes que tienen fútbol, por lo general, sustentan sus excedidos presupuestos de básquet con lo que generan desde el fútbol (casos muy marcados, Real Madrid y Barcelona), mientras que otros lo hacen a partir de dueños multimillonarios que gastan en el básquet parte de sus enormes ingresos. 

Según el diario francés L'Equipo. CSKA, Barcelona y Real Madrid manejan presupuestos de alrededor de 40 millones de euros, otros 3 clubes tienen entre 30 y 40 millones de gastos (Khimki, Milano y Fenerbahce), 4 más entre 20 y 30 (Zenit, Efes Pilsen, Maccabi y Bayern Munich) y el resto, menos de 20, siendo el Estrella Roja de Belgrado el pobre de la Liga, con 8.3 millones. 

Ataman seguramente ve que en el futuro, lo que hizo este año es irrepetible con el presupuesto actual, y por eso se adelanta: "No es razonable que algunos clubes tengan grandísimos presupuestos, especialmente porque esta pandemia tendrá un gran costo financiero para todos", dijo el entrenador en la radio griega ERA Sport.

Paradójicamente, hace pocos días se habló de una gigantesca oferta de renovación para su gran estrella, Shane Larkin, indudablemente el mejor jugador de la temporada 2019/20 de la Euroliga. Algo de 8 millones de euros por dos temporadas. ¿Podría lograrlo con un tope salarial? Ataman no esquivó el bulto: "Desconozco si llegó a firmar, pero la cifra de la que se habló no es verdad. Por supuesto que se merece tener uno de los mejores contratos del equipo, pero no esa ese".