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Desde el 12 de octubre de 1979 nada fue como antes en la NBA y no es una exageración. Chris Ford, jugador de los Boston Celtics, anotó el primer triple en la historia de la liga. La introducción de la línea de tres puntos había llegado a la National Basketball Asociation, una regla que ya se observaba en el país en la NCAA y la, hoy extinta, ABA (American Basketball Association). Pero, ¿cómo evolucionó el tiro de tres con el correr de los años en la NBA?

En el curso del estreno (1979-1980) se intentaron en promedio 2.8 triples por juego y se convirtieron 0.8. Hoy parece tan lejano una temporada en la que no se promedie ni siquiera un tiro convertido desde detrás de los 7,25 metros. Cada innovación lleva su tiempo de aceptación. Los números del año siguiente bajaron y se entenderían como un rechazo al nuevo cambio, ya que se tiraban 2.0 tiros de 3 unidades y el promedio de conversión fue de 0.5. Pero a partir de la 81-82 los porcentajes se mantuvieron en una gran línea ascendente por 16 años.

 El mayor salto por aquellos tiempos se dio de la 93-94, con 9.9 intentos por juego de los que se convertían 3.3, a la 94-95. En la temporada que Houston Rockets consiguió el anillo, se lanzaban 15.3 triples y se anotaban 5.5. Los campeones fueron el equipo que más tiraba desde el perímetro: promedió 21.4 tiros por partido y encestaba 7.9. Pero la curva ascendente se detuvo tres años después.

El cambio de siglo trajo consigo el nombre de un tirador incansable: Ray Allen. El máximo anotador de triples (2.973) en temporada regular de la historia, por ese entonces recorría su 4° año en los Bucks; y los tiros desde larga distancia eran un recurso ofensivo cada vez más utilizado. El ciclo 2009-09 fue el del porcentaje de triples convertidos más alto en la historia: .367.

Pero si de nombres propios se trata, sin dudas, hay uno que cambió la idiosincrasia del juego y ese es Steph Curry. El base de los Golden State Warriors, con su estupenda habilidad para fácilmente encestar desde lejos, fue fundamental para que los sistemas en ataque comiencen a olvidarse de buscar tiros cerca del aro o desde media distancia.

Sobre priorizar los triples en sus sistemas ofensivos, Gregg Popovich más de una vez mostró que está en desacuerdo: “Hoy en día se les da mucha importancia a los triples porque parece que son analíticamente correctos. Cuando se ven las estadísticas lo primero que se busca son los triples. Si anotás de tres y el otro equipo no, ganás. No se miran los rebotes, ni las pérdidas, ni las transiciones ofensivas. Ni siquiera importan. Ese es el impacto que ha desarrollado el tiro de tres. No hay más básquet, no hay más belleza en el juego. Es muy aburrido”.

La postura del entrenador de San Antonio Spurs es opuesta a la forma en la que se juega en la liga en los últimos tiempos. Año a año los intentos de triples son superiores, se baten records y los jugadores deben adaptarse. Por ejemplo, los pivotes deben tener poder de gol desde larga distancia.

La última temporada, se alcanzó por primera vez el doble digito en el promedio de triples convertidos por juego: 10.5. Y en la actual se está superando, ya que hasta el momento se encestan 11.1. La 2018-19 ya dejó algunos hitos que describen la preponderancia del triple: Los Rockets intentaron 70 triples en la derrota 145-142 ante Brooklyn, que combinadas las dos franquicias, en aquel partido, tiraron 106 tiros desde más allá de los 7,25. Cuando se enfrentaron los Warriors y los Pelicans, estuvieron más certeros y entre los dos convirtieron 43 (19 New Orleans y 24 Golden State), la cantidad más alta entre dos equipos.

Durante el curso 2017-18, James Harden intentó 722 triples, seguido de Damian Lillard (629) y Paul George (609). Con menos de media temporada regular por disputarse, La Barba también es el jugador que más tiros de 3 intentó hasta el momento (563), aunque sus escoltas han cambiado y son Steph Curry (422) y Kemba Walker (417). Sin dudas que la utilización del tiro de tres puntos ha cambiado la dinámica del juego en la NBA y, hoy, parece ser la obsesión de entrenadores y jugadores.

Iván G. Furman / [email protected]
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