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Olimpia de Venado Tuerto, el renacer de un histórico campeón

09:32 17/12/2021 | El club del interior santafesino obtuvo el título asociativo luego de 23 años. Desde que tocó fondo de manera estrepitosa en 2016, comenzó su resurgir.

El caudal de clubes que hay en Argentina es muy grande, es el lugar de recreación de muchos chicos que, además de concurrir a la escuela, van a estas instituciones no solo a realizar distintas prácticas deportivas, sino a establecer nuevas relaciones, conocer otros chicos y también continuar creciendo como personas. Los clubes, sin dudas, son un pilar importantísimo en Argentina.

En el básquet, como lo planteó León Najdudel y su grupo de colaboradores cuando crearon la Liga Nacional, la categorización iba a ser el eje en el cual gire el deporte. Desde el máximo nivel hacia abajo, siempre iban a ser los clubes los que busquen avanzar y crecer, desde las bases, los torneos asociativos, hasta llegar a elite.

Esto le permitió que la Liga Nacional se vuelva federal, no solo los equipos que provenían de Capital Federal podían estar en la máxima categoría. Fueron muchos los clubes que llegaron a la elite desde distintas partes del mundo: norte, sur, este y oeste. Una fuente constante de clubes, jugadores, entrenadores y árbitros fue la provincia de Santa Fe, una de las más grandes de Argentina y de las más importantes para la práctica del deporte.

Uno de esos clubes que logró llegar a la elite fue Olimpia de Venado Tuerto. Una institución de básquet fundada en 1940 y en 1988 llegó al Torneo Nacional de Ascenso, tras un par de temporadas, logró el ascenso a la Liga Nacional en la 1990/91. No conforme con eso, fue por más. En el 95, con Horacio Seguí, llegó a la final pero la perdió ante Independiente de General Pico y en la edición posterior, se tomó revancha.

Varios equipos de Liga Nacional mostraron su apoyo a Olimpia.

Seguí tuvo un plantel plagado de grandes figuras: Jorge Racca, Alejandro Montecchia, Sebastián Uranga, Lucas Victoria, Michael Wilson, entre otros. Se consagró campeón de la Liga Nacional y de la Liga Sudamericana, participó de la Final Intercontinental organizada por FIBA y perdió en la definición ante Panathinaikos de Grecia. También pasaron por el club los exNBA Walter Hermann y Andrés Nocioni, el campeón olímpico Leo Gutiérrez, el entrenador Julio Lamas, entre otros.

Luego de ese hecho, el nivel del equipo comenzó a decaer y las temporadas empezaron a ser cada vez peores. El fin del siglo 20 lo vio perder la categoría de la Liga Nacional, no solo los problemas venían de la parte deportiva, sino también de la parte contable: sufrió quita de puntos por incumplimiento de pagos.

La caída libre no se detuvo ahí. A la temporada siguiente volvió a descender al tercer nivel, la Liga B, pero enseguida pudo recuperarse y ascendió al TNA. Tras un par de años, en 2007 fue la debacle definitiva, perdió su lugar en la segunda división porque no pudo presentar sus avales financieros y el libre deuda ante la Asociación de Clubes, ente organizativo del básquet profesional.

Desde 1996 cuando comenzó la quiebra del Banco Integrado Departamental que tenía sede en la ciudad de Venado Tuerto, la crisis financiera empezó a causar estragos en la institución porque era su principal auspiciante. En 2000 el club no pudo pagar los premios a los jugadores, la bola de nieve fue creciendo progresivamente y en 2009 la bomba explotó: Olimpia debía más de un millón y medio de pesos y tenía 50 acreedores.

El club presentó la quiebra y salió a luz el amor de los hinchas, padres de los jugadores y los propios jugadores. Luis Pellicioni fue el hombre indicado para ponerse al frente para hacerle frente a este hecho financiero, fue el presidente del grupo de padres colaboradores. Se cedió una parte del club a la provincia a cambio de dinero, se decidió que no se iba a dejar de competir y se hizo mucho hincapié en las formativas. Un grupo de padres de estos chicos armó una subcomisión y se puso manos a la obra: actividades, cantina en los partidos, arreglos del estadio y otras partes, como los dormís del club.

Se realizó un cuadrangular amistoso para recaudar fondos para solventar y afrontar los distintos compromisos adquiridos. Gestionado y apoyado por Fabián Borro, en ese momento presidente de la Asociación de Clubes, se organizó un cuadrangular que contó con la presencia de Obras Sanitaras de Capital Federal que tenía a Walter Hermann en su plantel, Quimsa de Santiago del Estero, Libertad de Sunchales y el dueño de casa. Además, varios equipos de las principales categorías argentinas acompañaron a Olimpia y mostraron banderas de apoyo en sus encuentros.

El remate del estadio tenía fecha y de suceder, sería la desaparición casi por completo de la institución. Un grupo de hinchas y exjugadores se acercaron y comenzaron a colaborar económicamente, reuniones con políticos, negociando con los acreedores y poco a poco la luz al fondo del camino comenzaba a verse. Marcelo Pascual fue el interventor de la quiebra, luego, una vez saneada la institución, se transformó en el presidente.

Un grupo importante de hinchas autoconvocados, realizó un abrazo solidario cerca a la fecha del remate en clara muestra de apoyo a la institución y buscando evitar que se llegará al extremo de tener que ejecutar el patrimonio de la institución.

En el plano deportivo, los chicos comenzaban a sumar títulos. Incluso incursionó en el ámbito Federativo y lograron meterse entre los ocho mejores equipos del país en la categoría U15 en 2018. El calvario vio su final en mayo de 2017 cuando el proceso de quiebra se levantó.

Hace pocos días, el 14 de diciembre, el proceso de saneamiento y normalización, tuvo la frutilla del postre. El equipo de primera división se consagró campeón del torneo de la Asociación Venadense y volvió a obtener un título tras 23 años. No solo eso fue lo importante, sino que lo hizo con jugadores provenientes del club, lo cual lo vuelve aún más destacable.

No solo los jugadores son de la casa, el entrenador también fue alguien identificado con la institución: hace un par de años llegó Marcelo Duffy, quien vistiera la camiseta de Olimpia como jugador a fines de la década del 80 e inicios de los 90. Se hizo cargo de todas las categorías y fue quien comandó al equipo de primera a lograr el título.

Fue una fiesta la que se vivió en el estadio de Olimpia, que lucía colmado con más de 3000 personas y mucho color y calor de toda la familia que se acercó a alentar y apoyar a sus jugadores. Con la misma ilusión que lo hizo a fines de los 90 cuando en ese mismo lugar, desfilaron grandes estrellas mundiales.

Olimpia renació de sus cenizas, volvió a sus fuentes, dejó atrás los contratos estrafalarios de jugadores de gran jerarquía para dedicarse a hacer lo que mejor hacen los clubes de barrio: formar jóvenes para afrontar la vida y aparte, ser jugadores de este gran deporte. Pero el título asociativo no viene solo, también está compitiendo en la Liga Provincial de Santa Fe y lo está haciendo en buen nivel. ¿Será la vuelta del club a los primeros planos nacionales?

 

 

Federico Radulovich / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @FRadulovich

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