Informe especial

La inverosímil conspiración que involucró a los Jazz, Reagan y hasta a Trump

15:39 23/01/2021 | Un turbio empresario saudí llamado Adnan Khashoggi quiso comprar una parte de la franquicia. Sus oscuros lazos le valieron el negativo de la liga.

Khashoggi, Stockton, Trump y Stern

Los 80 fueron un gran momento para la NBA. Significaron el comienzo de una era dorada para la liga, donde se cimentaron los pilares de la competencia planetaria que se ven hoy en día. No todo era verano y ese crecimiento surgió entre conflictos mundiales y una Guerra Fría que amenazó con evaporar al mundo de un solo botón.

Mientras los Lakers y Celtics veían el éxito de la mano de Magic Johnson y Larry Bird, algunos equipos del certamen estaban luchando y se encontraban al borde de la ruina financiera. Ningún conjunto estuvo más cerca tocar fondo en esa época que los Jazz.

Junio de 1984. Utah acababa de mudarse a Salt Lake City cinco años antes desde Nueva Orleans y finalmente había llegado a los playoffs la temporada anterior por primera vez. Pero la escuadra estaba en un desorden financiero importante y el futuro parecía sombrío para su deseo de existencia. 

El propietario de los Jazz, Sam Battistone, estaba perdiendo dinero rápidamente, no solo con el conjunto sino con muchos de sus negocios en general. Su cadena de restaurantes Sambo se estaba muriendo y con ella su fortuna. La NBA también parecía molesta con los de Salt Lake City y hasta hubo conversaciones reales de trasladar la franquicia a Minneapolis o Las Vegas. Incluso, el equipo de la montaña jugó diez partidos en casa en la ciudad del pecado la temporada anterior y tenía más partidos programados en 1984.

Pero un caballero de brillante armadura acudió en ayuda del equipo, o eso parecía en la primera impresión. El empresario saudí Adnan Khashoggi planeaba comprar parte de los Jazz y, finalmente, esperaba ser dueño de la franquicia. Tenía dos sueños: que el conjunto se quede en Utah y que se mantenga en el largo plazo.

Khashoggi y su familia tenían algunas conexiones cercanas con la familia real saudí, ya que su padre era médico en la corte del rey Ibn Saud. A su vez, la compañía de Khashoggi, Triad International, estaba en proceso de construir un gran centro internacional en el lado oeste del centro de Salt Lake City, cerca del Salt Palace, el estadio de los Jazz.

A pesar de que en la familia tenían vínculos estrechos con Arabia Saudita, los hijos de Khashoggi, incluido Adnan, fueron educados en los Estados Unidos y, en algunos aspectos, se consideraban a sí mismos muy estadounidenses. Este grupo también tenía una alta conexión política estadounidense, y entre su círculo de amigos estaba el hijo del expresidente George Bush, George W. Bush.

La familia Khashoggi siempre estuvo en el marco de la escena mundial del siglo XX y del XXI. Por ejemplo, un sobrino, Dodi Fayed, estaba saliendo con la princesa Diana cuando ambos fueron asesinados en París en 1997, y su tío Jamal Khashoggi era un periodista que fue brutalmente liquidado por el gobierno saudí, situación que generó un incidente internacional en 2019.

Volviendo al tema principal, el 27 de junio de 1984, Khashoggi acordó comprar la mitad del interés de los Jazz por tan solo ocho millones de dólares. El trato consistía en saldar toda la deuda de Utah y pagar los costos operativos diarios de la franquicia, pero Battistone mantendría la participación mayoritaria y dirigiría el equipo. Algo con lo que el nuevo inversor aparentemente estaba de acuerdo, porque necesitaba más tiempo para expandir su imperio empresarial.

Pero una semana antes de que Khashoggi acordara comprar parte de la escuadra, la liga celebró su Draft anual. El sorteo de 1984 cambiaría muchas franquicias y los Jazz serían una de ellas. Utah usó el pick 16 para seleccionar a quien luego sería considerado el armador más importante en la historia del equipo: John Stockton.

Utah y Khashoggi necesitaban la aprobación de la NBA antes de que se completara el trato, y pensaron que lo obtendrían durante la reunión anual de la junta de gobernadores de las ligas. Sin embargo, el intento de compra fue eclipsado por la liga que implementó un sistema de lotería a partir del Draft de 1985.

Además de los Jazz, Khashoggi invirtió mucho en el estado de Utah. Puso de su bolsillo casi 150 millones en el Triad Center, construyó un enorme complejo comercial al oeste del Aeropuerto Internacional de Salt Lake llamado International Center, y diseñó otras oportunidades económicas y turísticas en Utah. 

Poco a poco los tiburones fueron oliendo sangre... Mientras invertía dinero, también lo ganaba de otras formas y la mayor parte de ese capital provenía de la venta de armas. De hecho, Khashoggi puede haber sido uno de los mayores traficantes de armas de la historia. A medida que avanzaba la guerra fría y los países de todo el mundo continuaban su carrera armamentista, el involucrado se hizo cada vez más millonario y, en un momento, pudo haber sido el hombre más rico del mundo. 

Pero a pesar de tener conexiones, con armas y dinero siempre vas a atraer mucha atención y Khashoggi hizo precisamente eso. La lupa principal fue de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA). Por supuesto que estas conexiones preocuparon a la NBA, que requiere que todos los propietarios potenciales sean examinados y revisen sus activos junto con sus asociados, porque la competencia no quería dueños que no pudieran apoyar financieramente a sus franquicias o que tuvieran vínculos con el crimen organizado. 

Esto era algo que Khashoggi no quería que sucediera y lo bloqueó activamente. La NBA quería saber si alguno de sus dueños tenía vínculos con la mafia, el Kremlin u otras entidades internacionales.

Cuando Khashoggi hizo un gran escándalo, la NBA hizo algo casi sin precedentes para la liga; lo dejaron pasar. La competencia estaba comenzando a ver el éxito y el dinero no estaba donde está hoy y muchos equipos, incluidos los Jazz, se encontraban al borde de la disolución. Nada importó y el dinero del saudí fue despreciado en orden del bien común.

La principal oposición a Khashoggi fue el propietario de los Lakers, Jerry Buss, y el asesor legal principal de la NBA, que pronto sería el comisionado de la liga, David Stern. Los dirigentes y otros estaban preocupados por lo que Adnan quería exactamente con Utah, diciendo que él no quería ser parte de las operaciones diarias y parecía que solo estaba pagando una deuda. Había rumores de que también tenía conexiones desagradables con América Latina y se temía que pudiera estar tratando de usar al conjunto para lavar dinero. 

Con Khashoggi fuera, los Jazz necesitaban desesperadamente una inyección financiera. Un vendedor de autos de Salt Lake City, Larry H. Miller, esperaba ser ese patrocinador. Con el anterior comprador fuera, reflexionando sobre las opciones legales, el nuevo protagonista se abalanzó con la ayuda de Stern y Zions Bank para comprar la parte del equipo que iba a comprar.

Todo esto pasaba mientras en la década de 1980, la CIA le estaba dando armas al gobierno iraní que compraba con dinero de la droga que obtenía de América Latina. El escándalo eventualmente llamado Irán-Contra fue uno de los mayores del momento y salpicó hasta al propio presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.

Khashoggi nunca fue acusado por el gobierno, pero cuando su nombre fue vinculado al hecho, las cosas comenzaron a desmoronarse. En diciembre de 1986 se conoció la noticia de que Adnan estaba anexado al escándalo Irán-Contra y, en enero de 1987, había cerrado muchas de sus propiedades, incluido el Centro Triad.

Las ruedas del imperio Khashoggi se cayeron rápidamente y a fines de la década de 1980 estaba prácticamente arruinado. Su yate fue vendido al empresario que por los últimos cuatro años fue el primer mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, y tenía millones de deudas. El punto más bajo llegó en 1988 cuando fue arrestado en Suiza a instancias del gobierno yanqui por ocultar dinero al depuesto dictador filipino Fernand Marcos.

La NBA estableció a partir de ese momento un conjunto de reglas para evitar que más personas como Khashoggi intenten comprar un equipo de la liga. La última vez que Adnan estuvo oficialmente en Utah fue para la inauguración del Triad Center. Al igual que su sueño de ser dueño de un equipo de básquet en Estados Unidos, su utopía de ese centro nunca se hizo realidad. No obstante, de alguna manera extraña, los dos terminaron combinándose.

Con el Triad Center solo parcialmente completo, una gran parte del establecimiento se vendió a Larry H. Miller en 1989. Esa parte de la tierra fue utilizada por el reciente nuevo protagonista para construir el Delta Center, ahora Viviant Smart Home Arena, el hogar de los Jazz. 

Viéndolo en retrospectiva, de alguna manera extraña Khashoggi sí salvó a los Jazz en Utah. 

Adnan murió en Londres el seis de junio de 2017, a los 81 años. Si bien no se lo recuerda por muchos lugares, tuvo un impacto en miles de personas y su familia fue parte de algunos de los eventos importantes del siglo XX.

Desafortunadamente, para Khashoggi, muchas de las personas y eventos con los que estuvo conectado no son vistos con cariño y su halo de intriga, conspiración y mafias siempre lo acompañará.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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