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En la vida hay que tomar decisiones y hacerse cargo de las cosas sin mirar atrás. El que duda pierde, o se hunde. Este verano, Nikola Mirotic fue uno de los que eligió lo primero y no titubeó al decirle que no a la NBA y, más precisamente, a Utah Jazz. La situación la comentó en el programa español Confinados sin Basket y es algo increíble que no todos hubieran tenido el coraje de hacer.  

Todo se dio cuando Nikola estaba en Grecia, de vacaciones junto a su familia: “Utah quería tener una reunión el 30 de junio para ficharme como el primer jugador de la agencia libre. Me ofrecían tres años garantizados, lo que era un excelente contrato. Hablé con mi esposa y me dijo que agarre lo que me haga feliz, así que compré un boleto de ida y vuelta y me fui”.  

Pero cuando Mirotic estaba en el aeropuerto ocurrió algo que le hizo cambiar de opinión. ¿Una señal? Quizás. "Estaba esperando en la puerta de embarque del aeropuerto de Tesalónica, Grecia, cuando me puse a pensar: “¿Qué hago en el aeropuerto? ¿Por qué no estoy con mi familia? ¿La NBA?”. En eso pensé: “No hagas esto, Niko. Si vas, vas a firmar”.  

En ese momento sucedió algo que el 90% de los jugadores ni siquiera hubiera imaginado de estar en aquellos zapatos. “Salí del aeropuerto y me fui al hotel. Le dije a mi representante que no iba a tomar el vuelo y que les pidiera perdón a los dirigentes de Utah".  

Mirotic sabía lo que le esperaba en Estados Unidos: cortinas, triples y rebotes. No había sorpresas y él quería tenerlas. En medio de toda esa turbulencia la cosa se calmó y apareció Barcelona para despejar el cielo. Hoy es feliz en España y los desafíos recién comienzan. Tomar decisiones y lidiar con ellas. De eso se trata la vida.