Salvador Giletto, un héroe de Mar del Plata a Oliva
15:57 06/01/2022 | Un jugador debutante en la categoría, un equipo que se estrenaba en la Liga Argentina y un título que sorprendió a todos.
Independiente de Oliva es la gran sorpresa de lo que va esta temporada de la Liga Argentina, una institución que aceptó la invitación de jugarla, sostuvo la base del Federal y agregó piezas que se ensamblaron a la mística colectiva que los llevó de golpe al Súper 8. Un plantel parejo en nombres y roles, más el faro experimentado de Fernando Martina hizo del elenco cordobés un equipo con ideas claras, que terminó tomando por asalto el mini certamen y consiguió su primer título a nivel nacional.
En cada definición hay jugadores que tienen un momento de gloria, ya sea por una buena actuación, una buena defensa o simplemente por meter el tiro ganador, aquel que no se borra jamás, menos en estos tiempos de redes sociales; y al cual cada uno puede ir a buscar cuando quiera recordar ese logro. Salvador Giletto, no lo hizo en honor a su nombre literalmente en esta cuestión, porque Independiente ganó bien el juego, pero si se vistió de héroe para poner esa bandeja que destrabó el resultado y terminó siendo el doble del campeonato.
“La última jugada fue muy linda, como todo jugador siempre tenes en la cabeza que se te dé una situación así. Pero más allá de eso la jugada tal cual como se dio, fue planeada por Martín (González). Había que sacar debajo de nuestro aro con siete segundos, hay dos movimientos previos de perimetrales que limpian el espacio, para que recibiera y atacara en uno contra uno. Fue más que nada estratégico de plantear la situación de uno contra uno y atacar el espacio”, explicó Giletto en diálogo con Básquet Plus.
Su conversión se dio a solo dos segundos para el final, pero su festejo estuvo lejos de ser desaforado, más allá de un grito de desahogo. “Obviamente no estoy acostumbrado ni mucho menos, pero como te dije antes, además de que no había terminado el partido, es como que no caíamos en lo que estábamos logrando. No me quería anticipar a nada y te aseguro que no estoy acostumbrado a meter ese tipo de tiros”.
Primero fue Estudiantes de Concordia, luego San Isidro y por último Ceres en un cierre para el infarto. Un viaje de ensueño de Córdoba a Buenos Aires, con tres triunfos en seis días y un festejo que se prolongó en el tiempo según cuenta el marplantense.
“Una locura, recién ahora empezamos a caer con los chicos, hablamos hasta hace unos días y seguíamos con la euforia de jugar día por medio y no tomamos dimensión de lo que se va logrando. Ahora que estamos cada uno en sus casas, pudimos poner en perspectiva lo que conseguimos y es algo muy lindo para todo nosotros y la gente. El recibimiento con el camión de los bomberos fue increíble, ahí empezamos a ver lo que siente la gente por el club y por la ciudad, porque en este tipo de ciudades el amor por el club se siente mucho más”.
Salvador es una alero de 28 años, nacido en Mar del Plata, formado y criado por Unión de Mar del Plata, misma camada que la de su íntimo amigo, Patricio Garino. Luego se dio el lujo de ser parte del Peñarol tricampeón en su etapa como juvenil y como profesional desarrolló su carrera en el Torneo Federal jugando en Rosario El Tala, San Vicente, Sanjustino, Unión de Sunchales y Santa Paula de Gálvez, donde disputó las últimas tres temporadas antes de recalar en Independiente.
Subir de categoría no es algo más para cualquier jugador, está la incertidumbre de si vas a poder o no estar a la altura y Giletto así lo creía: ““Es la primera que juego y a decir verdad tenía un poco de dudas por saber si iba a estar preparado o no. Al haber jugador tantos años el Federal me fui acostumbrando a cancha, árbitros, jugadores, cantidad de partidos, me sentía muy cómodo. Pero la verdad que me gustó la chance de jugar la Liga Argentina, se compite mucho, tenés que estar más preparado psicológicamente”.
Este cimbronazo del título, un equipo que pelea arriba y un rendimiento acorde (12.9 puntos, 4.3 rebotes, 1.7 asistencias, 50 por ciento en dobles y 41 en triples) lo puso en el mapa del básquetbol nacional con licencia para seguir soñando. Sin embargo con los pies en la tierra aseguró: “Soy un jugador más conservador con las categorías, por ahí cuando era más chico era un poco más ambicioso con los niveles a los que pretendía llegar con el básquet. Hoy estoy en una situación donde me gusta elegir e ir a lugares donde se pueda competir o que el club tenga aspiraciones. Después te puede ir bien o mal, pero de entrada tiene que haber un empuje de un equipo con pretensiones, si no está eso no voy. No creo tener la necesidad hoy en día de escalar categorías, hoy priorizo más la estabilidad en el club, en un lugar. Estoy con mi novia, nos movemos juntos y cuando hay que elegir, buscó un lugar donde estemos cómodos, contenidos por el entorno y acá en Oliva nos recibieron muy bien y nos tratan de maravillas”
Siempre la continuidad da frutos, a veces más rápido, otras no tanto, pero en Independiente la buena experiencia en el Federal de transición donde llegaron a los cuartos de final fue la semilla para empezar a crecer. Según Giletto ahí se armó una química que se endureció aún más con la llegada de los nuevos jugadores: “Logramos una identidad que fue clave para empezar así como se dio. Los chicos que llegaron se adaptaron rápido a los que estábamos y para muchos de nosotros fue el primer año en la Liga Argentina y si no lo era, al menos era el primero con protagonismo más marcado y ahí se reflejó un poco el hambre, las ganas que teníamos de competir y ver para qué estábamos”.
Hoy en día, Independiente está en lo más alto de la Conferencia Norte y con cuatro partidos ganados y ninguno perdido, es uno de los que se postula como candidatos al ascenso. Si bien el torneo es muy largo y hay imponderables con pandemia de por medio, por lo realizado hasta acá es difícil no pensar en que Oliva va a llegar lejos en la temporada que tiene premio para uno solo.
Si bien el objetivo de prima en Oliva era salir y competir contra todos, eso ya se logró. Los resultados y el rendimiento le dieron una salto de calidad en la consideración y para Salvador eso no tiene que modificar nada de lo que se viene haciendo y ni tampoco correrse del foco en el que están por haber ganado el Súper 8.
“Hay que hacerse cargo de las cosas, hoy la situación nuestra es muy favorable y hay que tomarla como tal. No está mal cambiar el objetivo, sinceramente el club intentó armar un equipo que sea competitivo, que pueda ir a cualquier cancha y pelearla. Al ser el primer año arrancamos con un objetivo más básico, pero con el correr de los partidos la cosa fue cambiando y hoy tenemos que hacernos cargo, sin presiones ni nada, que las metas pueden cambiar. No te voy a decir que el objetivo ahora es ascender porque me parece muy arrogante, pero sí sabemos que podemos competir contra todos y que muchas veces vamos a ser los favoritos”
Medido, concentrado, firme, con convicción, así se muestra Salvador Giletto y pinta de cuerpo entero a la identidad de un equipo que ya dejó de ser sorpresa en la Liga Argentina, pero lejos está de tocar su techo. Independiente sueña en grande y Salvador también, como cuando una vez se imaginó haciendo un doble ganador. Aunque nunca pensó que eso significaría un título y un pasaje al autobomba para ser festejado por toda una ciudad, que se ilusiona a la par de sus jugadores, sabiendo que en Oliva, la unión hace a la fuerza.
En Twitter: @osoresmauro
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