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Patricio Garino, en una entrevista con el periodista lituano Donatas Urbonas, admitió que analizó ponerle fin a su carrera porque no encontraba su rumbo: "Antes de la lesión de ligamentos pensé en retirarme. La NCAA, la GLeague, NBA y después pasar a Europa. No me encontraba. Nunca podía tener una temporada completa (mandíbula, rodilla). Me cansé y era un trabajo que odiaba, pero lo hacía por no saber a qué dedicarme". Además, el jugador de la selección argentina comentó que no disfrutaba la vida que llevaba hasta que su esposa lo convenció de ir al psicólogo.

Por otra parte, Pato contó cómo se sintió esa lesión ligamentaria que lo tuvo parado casi un año: "Fue como si me hubiesen apuñalado en la rodilla. El dolor duró 5 minutos, después me fui caminando al vestuario. Dolía si le apoyaba peso, hasta que los estudios confirmaron que eran los ligamentos". Al regresar de la lesión sufrió otro percance en la rodilla que lo volvió a alejar de las canchas: “El día del regreso me sentía bien, durante la entrada de calor estaba perfecto. Corrí hacia la línea de fondo, pisé fuerte y sentí un crujido. Debí operarme porque el menisco y los cartílagos no estaban bien. Igual me divertí".

Para finalizar, el alero, que juega en el Zalgaris de Lituania, djio que en algún momento, dejó de amar el básquet, pero, con la ayuda de su familia, kinesiólogo y psicólogo, vive todo esto como una nueva aventura.