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Quizás muchos en las redes sociales lo conozcan por sus virales memes con cara rara y brazos cruzados luego del fiasco en el primer partido de las finales ante los Warriors en 2018, que eventualmente terminó coronando a los de Oakland en un cruce que no tuvo oposición.

Pero J.R. Smith es mucho más que eso y su amplia trayectoria en la NBA pasó por un sinfín de momentos que parten exactamente el día que decidió evitar la universidad para presentarse al Draft directamente desde la escuela secundaria.

Smith se inscribió en el sorteo de la NBA de 2004 ni bien salió del instituto, con un MVP en el McDonald´s All-American que compartió con Dwight Howard y después de dejar pasar un compromiso que había hecho con North Carolina University.

Tuvo un comienzo lento en la liga después de ser seleccionado en el pick 18 por los Hornets, y eventualmente consiguió adaptarse a un papel como revulsivo durante su paso por los Nuggets, Knicks, Cavaliers y Lakers, donde salió campeón con su fiel amigo LeBron James.

Smith se retiró con 90 millones de dólares de ganancias en su carrera, dos anillos (Cleveland y Los Ángeles), y un trofeo al mejor Sexto Hombre del Año en su espalda. Podría haber hecho cualquier cosa con su vida después de sus días de jugador. Decidió volver a la escuela. Y no de forma discreta.

Resulta que el entrenador de golf de North Carolina A&T, Richard Watkins, recibió siempre infinitas llamadas de amigos y conocidos para que se fije en determinados jugadores que podrían reforzar su programa. Aunque ninguna conversación lo preparó para el momento que llegaría hace unos meses.

Al otro lado de la línea estaba C.J. Paul, el hermano mayor del base de los Suns, Chris Paul. Le dijo a Watkins que él y su hermano tenían un amigo que quería volver a estudiar, asistir a una universidad históricamente negra y entrar en el equipo de golf.

Momentos después, Paul le preguntó a Watkins, que es un adicto a los deportes, si conocía a J.R. Smith. La respuesta era la esperada y un par de horas después el coach y su posible nuevo alumno charlaron por primera vez.

Papeles en mano, la NCAA declaró que Smith podía jugar a cualquier deporte universitario que no sea el básquet debido a que ya había competido profesionalmente en esa disciplina.

La historia, hasta ese momento, la conocen todos. Sin embargo, la situación inició en un viaje a República Dominicana este verano, en el que J.R. jugó mucho al golf y Ray Allen lo convenció de que considerara la posibilidad de volver a la escuela mientras planeaba su vida después de la NBA.

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Eso ayudó a que Smith llegara a North Carolina A&T, donde actualmente está cursando una licenciatura en estudios liberales en la universidad de Greensboro, a la vez que busca crecer en el deporte de la pelota pequeña y mejorar día a día.

"Odiaba la escuela cuando estaba creciendo y sabía que esto sería un reto, pero eso no me va a desanimar ni un segundo. Tenés que ser capaz de abrocharte el cinturón y encerrarte en los nuevos viajes y retos que vienen en tu vida. Observar, aprender y adaptarse", tuiteó Smith hace no mucho meses.

El exjugador de la NBA cumplió 36 años el mes pasado y entre clases de inglés, nutrición y ciencia, con la ayuda de su familia, este alocado personaje les demuestra a todos que siempre se puede seguir aprendiendo.

También les recuerda y enseña que jamás es tarde para cambiar y evolucionar. Y vos, ¿qué esperas para hacerlo? 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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