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Michael Jordan se retiró en el año 2002/03 con 40 años, tras ganar 6 anillos con los Bulls, que pudieron ser varios más si, por un lado, MJ no se hubiese retirado dos veces antes y, sobre todo, si no hubiese tenido tan mala relación con el general manager de la franquicia, Jerry Krause. El obeso GM de los Bulls no tenía problemas en mostrarse desagradable, como era, y a Jordan esas cosas lo ponían loco. 

Krause era un ejecutivo al que los jugadores terminaban odiando, porque para él eran actores secundarios del éxito. Así deshizo al mejor equipo de la historia en 1998 y Chicago Bulls nunca pudo volver a una final de la NBA. En el año 2009, Jordan fue introducido en el Hall of Fame de Springfield y, pese a que era SU ceremonia, le dedicó un ratito a su mayor enemigo, que no fue un jugador, sino Krause. 

Jordan fue directo al mentón en su discurso: "Jerry no está aquí. No sé quién lo invitó, yo no fui. Pasó mucho tiempo. Él era una persona muy competitiva, y yo también. Él afirmaba que las organizaciones ganaban campeonatos. Y yo digo que nunca ví a una organización jugar con fiebre, o con un tobillo lastimado. Creo que las organizaciones se encargan de juntar a un equipo, pero al final del día es el equipo el que tiene que salir a la cancha y jugar. Es decir, en su esencia, los jugadores ganan campeonatos, y las organizaciones tienen que ver en eso, no me malinterpreten. Pero no traten de poner a las organizaciones por encima de los jugadores".

Jordan tuvo mil peleas con Krause. Algunas, a partir de su defensa a Scottie Pippen, al que Krause bastardeó mil veces, sobre todo tras el segundo retiro de MJ. En The Last Dance, todo quedó súper expuesto, y resultó ser bastante peor de lo imaginado. A Krause no le importó desarmar por completo el equipo en 1998, porque pensaba que otros los reemplazarían. La historia no le jugó a favor. Nunca más volvieron a ganar un anillo ni a jugar una final. Krause se retiró en el 2003 y falleció en el 2017 a los 77 años. Fue dos veces elegido mejor ejecutivo de la Liga, pero eso no tapó su enorme error, producto de su vanidad.